Anuario Musical  (79)
ISSN-L: 0211-3538, eISSN: 1988-4125
https://doi.org/10.3989/anuariomusical.2024.79.420

El sacro sonido en el desierto. Los órganos en las iglesias andinas del norte chileno, siglos XVIII-XIX

The sacred sound in the desert. Organs in the Andean churches of northern Chile, eighteenth-nineteenth centuries

 

INTRODUCCIÓN

 

A partir del siglo XVI los viajes y el comercio de enseres entre España y América fueron intensos e incluso los instrumentos musicales, y entre éstos los órganos, fueron transportados desde España y otros lugares de Europa a los territorios coloniales; posteriormente, la creciente demanda impulsó el desarrollo de una fértil lutería americana que permitió el autoabastecimiento.1Constanza Alruiz y Laura Fahrekrog, «Construcción de instrumentos musicales en el Virreinato del Perú: vínculos y proyecciones con Santiago de Chile», Resonancias 12, n.º 22 (2008): 48, https://resonancias.uc.cl/n-22/. La necesidad de importar o construir instrumentos tan delicados y de dimensiones considerables como los órganos, se debió al principal rol que éstos ocupaban en la liturgia y por esta razón fueron generalmente los primeros en engalanar con sus sonidos los templos americanos.2Egberto Bermúdez, La música en el arte colonial de Colombia (Bogotá: Fundación de música, 1994), 127; Javier Marín, «Música y músicos entre dos mundos: La Catedral de México y sus libros de polifonía. (siglos XVI-XVIII)» (tesis doctoral, Universidad de Granada, 2007), 186; María Gembero-Ustárroz, «Música en la Catedral de Lima en tiempos del arzobispo Mogrovejo (1581-1606): Gutierre Fernández Hidalgo, la Consueta de 1593, la participación indígena», Resonancias 20, n.º 39 (2016): 15-16, https://doi.org/10.7764/res.2016.39.2; Zoila Vega, Música en la catedral de Arequipa 1609-1881. Fuentes, reglamentaciones, ceremonias y capilla catedralicia (Arequipa: Universidad Católica, 2011), 46. Además, la capilar difusión de las cantorías y capellanías trajo como consecuencia el uso generalizado de este instrumento hasta en los pueblos más alejados, como, por ejemplo, las misiones de Chiquitos y Moxos o aquellas de los pueblos del altiplano Cundiboyacense.3Bernardo Illary, «De los órganos misionales de Chiquitos y su relevancia para la práctica musical», Resonancias 3, n.º 4 (1999): 68-81, https://resonancias.uc.cl/n-4/; Bermúdez, La música en el arte colonial, 76. En el área Centro Sur Andina, la presencia de cantorías y organistas está documentada en la región del Cusco y en Charcas, donde «son más de cincuenta los órganos que hemos catalogado solamente en los pueblos del altiplano y valles, además de otros instrumentos de menor tamaño, pero de gran significación: arpas y salterios entre otros».4Geoffrey Baker, «La vida musical de las doctrinas de indios del obispado del Cuzco», Revista Andina, n.º 37 (2003): 181-205, http://revista.cbc.org.pe/index.php/revista-andina/issue/view/37; Imposing Harmony: Music and Society in Colonial Cuzco (Durham: Duke University Press, 2008); Carlos Seoane y Andrés Eichmann, «Algunos hallazgos de música en zonas andinas rurales», DATA: revista del Instituto de Estudios Andinos y Amazónicos 7 (1997): 97.

Los primeros órganos que se construyeron en América fueron obras de organeros peninsulares que seguían las pautas del órgano renacentista español, cuyas características pueden resumirse en: Un instrumento de 6/7, 13/14, 16 palmos; tubos de fachada encastillados; teclado partido de 42 teclas, con extensión de C1 a La4, y con octava corta;5En España, el teclado de 42 teclas y de octava corta, con una extensión de DO1 a LA4, pertenecía a los órganos renacentistas y barrocos construidos generalmente entre mediado del siglo XV y principios de XVIII (Jesús Ángel de la Lama, El órgano barroco español I. Naturaleza (Valladolid: Junta de Castilla y León, 1995), 145. caños realizados en estaño o con una aleación de estaño y plomo;6Aunque hubo diversas variantes en la aleación (Luis Jambou, «El órgano europeo en tiempos de Cabezón», Revista de Musicología 34, n.º 2 (2011): 18-23, https://doi.org/10.2307/41959372). fuelles de cuña; registros de Flautado, Flauta; lengüeterías y adornos.

Sobre la base de este modelo, los organeros constituyeron escuelas locales que, en su mayoría, tendieron a la conservación de estas tipologías hasta, en algunos casos, bien entrado el siglo XIX; esta situación se observa especialmente en las parroquias de los poblados periféricos, en los pueblos altiplánicos y en las misiones, donde la organería estuvo en mano de artesanos indígenas y se adaptó a las realidades locales. En estas parroquias los órganos eran generalmente de 6 palmos, carecían del flautado de base y tenían una sonoridad más brillante; es probable que esta característica sea la razón de la necesidad de combinar órganos con arpas y bajones para la realización del continuo.7Illary, «De los órganos misionales», 71-72, 74. En algunas ocasiones, los pequeños órganos americanos no contaron con la división de los registros, como son los casos de los dos instrumentos conservados en las otrora misiones de Chiquitos: uno en Santa Ana, bastante completo y hoy restaurado y unos restos que se encontraban en San Rafael (hoy en Concepción); ambos son pequeños y sin registros, como los blockwerk medievales.

En la región centro andina, la construcción local de órganos empezó hacia fines del siglo XVI.8Sobre características generales del órgano andino, véase: Asociación Tomás de Herrera, «Características generales de los órganos andinos», Asociación Tomás de Herrera para el Estudio y la Preservación de los Órganos Antiguos de la Región Andina (blog), 2013, https://asociaciontomasdeherrera.blogspot.com/p/existenvarios-tipos-de-organos-antiguos.html. En el órgano andino se observan las siguientes características: los instrumentos más sencillos cuentan con botones para los registros que son ubicados lateralmente; las teclas, a falta de materiales como el marfil, son enchapadas en maderas; los materiales son locales, como madera de cedro y cuero de camélido; la base es a menudo el 6 palmos; cuentan con registros de Tambor y Pajarillas (registros de pueblo) y carecen de la trompetería de fachada;9Contrariamente a la tradición ibérica que cuenta con una ubicación frontal y horizontal de la lengüetería y que es un marco distintivo de los órganos barrocos españoles. generalmente los tubos son fabricados con una aleación que contiene una mayor cantidad de plomo.10Wolfgang Lindner, «Órganos coloniales e históricos del Perú y de la Región del Cuzco», Revista Andina 42 (2006): 220-223, http://revista.cbc.org.pe/index.php/revista-andina/issue/view/42. Otra observación lo constituye el registro partido, que se utilizó a partir de la difusión de la obra de Francisco Correa de Arauxo (Sevilla, 1584 - Segovia, 1654).11En el Cusco, la primera mención al registro partido se encuentra en el contrato que Gabriel Cabezas firmó en 1634 para la realización de un órgano para la iglesia del pueblo de Acos (Enrique Alejandro Godoy y Norberto Broggini, «Los órganos de la catedral de Cuzco: elementos para su historia», en La Investigación Musical a partir de Carlos Vega. Actas de la Octava Semana de la Música y la Musicología, 2, 3 y 4 de noviembre de 2011 (Buenos Aires: Instituto de Investigación Musicológica Carlos Vega), 53, https://repositorio.uca.edu.ar/bitstream/123456789/1097/1/organos-catedral-cuzco-elementos-historia.pdf).

En cuanto a los músicos, si bien en las catedrales, los principales cargos, como maestros de capilla y organistas, eran ocupados por criollos o españoles,12Marín, «Música y músicos entre dos mundos», 145. Evidentemente no faltaron algunos organistas pertenecientes a la elite indígena, como lo fue el caso de Juan de Velasco, mitad del siglo XVIII, organista y bajonero, o del organista Domingo Esteban de la Mota, nombrado tercer organista en 1751; ambos en la catedral de México (Marín, «Música y músicos entre dos mundos», 152). Además, la lejanía desde los centros coloniales más importantes favoreció el empleo de músicos mestizos o indígenas en algunas catedrales americanas; por ejemplo, en Guadalajara, la primera referencia a un indígena organista es de 1580, cuando el cabildo recibía a Baltasar Olin, un indígena purépecha; años más tardes encontramos en la misma catedral a Felipe Mauricio, indio cacique, que sirvió como organista entre 1642 y 1693 (Grecia Carvajal, «La capilla musical de la catedral de Guadalajara durante el siglo XVII y la presencia de músicos indios» (tesina de grado, Universidad de Guadalajara, 2013), 74; 77). en las parroquias de indios y en las misiones el empleo de músicos organistas indígenas y/o afrodescendientes fue casi la norma; en este contexto, organistas, arpistas y bajoneros gozaron de un cierto estatus; de hecho, los pagos que más a menudo aparecen en los libros de fábrica corresponden a estos instrumentistas que, hasta la mitad del siglo XVIII, fueron considerados los únicos músicos profesionales.13Baker, «La vida musical de las doctrinas de indios», 189-190.

Las regiones que configuran actualmente al Norte Grande chileno como Arica Parinacota y Tarapacá, pertenecían al Virreinato del Perú. Para la época republicana, éstas constituyeron el extremo sur del Perú hasta la guerra del Pacífico (1879-1884) cuando fueron anexadas al estado chileno. Los territorios mencionados han sido considerados históricamente como enclaves periféricos, contexto que se debe en parte al carácter fronterizo y a la particular topografía desértica que los distingue (Figura 1).14Carlos Donoso, Una región rica, fértil y abandonada: Economía, cultura y sociedad en Tarapacá (siglos XVI-XX) (Arica: Ediciones Universidad de Tarapacá, 2017); Carolina Figueroa, «Cartografiando El progreso: espacios de civilización y barbarie en la provincia de Tarapacá, norte de Chile (1825-1884)», Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales 15, n.º 370 (2011), https://revistes.ub.edu/index.php/ScriptaNova/issue/view/277; Tiziana Palmiero, Jean Franco Daponte y Alberto Díaz, «Los sonidos de la resistencia. Música, chilenización y memoria peruana en los oasis de Pica, Matilla y Valle de Quisma», Revista Musical Chilena 77, n.º 239 (2023): 83-113; Jaime Rosenblitt, Centralidad geográfica, marginalidad política: la región de Tacna-Arica y su comercio, 1778-1841 (Santiago de Chile: DIBAM, 2013).

media/06_001.png
Figura 1 Vista del pueblo de Mocha y su entorno, doctrina de Sibaya. Registro de los autores, 2014. 

Ciertamente, la presencia del desierto de Atacama y del altiplano andino ha jugado un rol preminente en la definición de estrategias comunicativas y en la creación de vías agibles para el comercio, al mismo tiempo que ha contribuido a la definición de un área cultural andina que comprende también parte del sur del Perú, el altiplano boliviano y el norte argentino. Desde el punto de vista económico, la ciudad de Arica fue, durante la Colonia un importante puerto de salida del comercio de la plata; mientras que, en la región de Tarapacá, el descubrimiento de la veta de plata del mineral de Huantajaya a mitad del siglo XVIII y el desarrollo posterior de la industria salitrera, entre los siglos XIX y XX, impulsaban el florecimiento de la economía local y canalizaban los intereses de los agentes políticos del momento.15Carlos Donoso, «Prosperidad y decadencia del mineral de Huantajaya: Una aproximación», Diálogo Andino, n.º 32 (2008): 59-70, http://dialogoandino.cl/index.php/numero-32-2008-1/; «Los Albores de la Industria Salitrera en Tarapacá», Chungara 50, n.º 3 (2018): 459-470, https://doi.org/10.4067/S0717-73562018005001402; Jaime Rosenblitt, «Los negocios de la casa Hainsworth y Compañía en Tacna y Arica, 1841-1868. Una mirada al comercio regional», América Latina en la historia económica 24, n.º 3 (2017): 41-70, https://doi.org/10.18232/alhe.v24i3.865.

En cuanto a la organización eclesiástica, estas regiones fueron incluidas en la diócesis del Cusco hasta 1613, momento en que se creó el obispado de Arequipa. La ciudad de Arica, que fue el único pueblo de españoles, se erguía como curato rectoral de la cual dependían las parroquias de indios o doctrinas. A comienzo del siglo XVIII éstas eran las siguientes: Codpa, Tarapacá, Pica, Camiña y Sibaya con sus relativos anexos; en 1777 Belén se separó de Codpa y se creó una nueva doctrina.16Luis Miguel Glave y Alberto Díaz, «Clérigos y encomiendas en Tarapacá. Relaciones en la implantación del orden colonial durante el siglo XVI», Revista Cultura & Religión 14, n.º 2 (2020): 79-99, https://www.revistaculturayreligion.cl/index.php/revistaculturayreligion/issue/view/68; Alberto Díaz y Carolina Ponce, «La Arquitectura de da fe. Clérigos, indios y pugnas en las doctrinas del desierto. Tarapacá, siglos XVI-XIX», Allpanchis 45, n.º 81-82 (2013): 23-27, https://doi.org/10.36901/allpanchis.v45i81/82; Alberto Díaz, Paula Martínez y Carolina Ponce, «Cofradías de Arica y Tarapacá en los siglos XVIII y XIX. Indígenas andinos, sistema de cargos religiosos y festividades», Revista de Indias 74, n.º 260 (2014): 101-128, https://doi.org/10.3989/revindias.2014.i260. En vista que algunas parroquias quedaban por largos períodos desprovistas de un cura encargado, la población indígena se vio involucrada prontamente en las actividades ligadas al culto y en la difusión de la religiosidad popular en las afueras de los templos, alcanzando a menudo cargos de responsabilidad y poder.17Jorge Hidalgo, Nelson Castro, Alberto Díaz y Priscilla Cisternas, «De músico a extirpador: Algunas notas sobre Francisco Otal en Lima y La Plata de 1613 a 1618», Allpanchis 45, n.º 81-82 (2013): 119-154, https://doi.org/10.36901/allpanchis.v45i81/82.223.

En esta misma línea, referencias a organistas indígenas aparecen en la documentación etnohistórica para el actual norte chileno. Por ejemplo, en 1813, el cura de Sibaya Gregorio Morales mencionaba los instrumentos usados comúnmente por los nativos señalando que «no tienen inclinación a la música, y aunque conocen algunos de los instrumentos de los que usa el español, como órgano, harpa, biolin, no se les advierte aplicación por lo que no se oie otra que la de la Iglesia».18Archivo Histórico de Límites del Ministerio de Relaciones Exteriores, Perú (PE. 5300111. AMRE), TAC 18, Cuestionario-interrogatorio, 1813, f. 8r.

De los órganos todavía existentes en el norte chileno se habían registrado hasta ahora aquellos de Mamiña y San Pedro de Atacama (este último se encuentra en la región de Antofagasta, fuera de nuestra área de estudio); ambos son mencionados en el «Sito chileno de órganos de iglesia» y en aquel de la Asociación Tomás de Herrera; esta última se dedica precisamente a la catalogación y estudio de los órganos andinos.19Para la catalogación véase: El sitio chileno de órganos de iglesia, http://www.clr.cl/Spanish-Idx-S.asp?strng=Indice y aquel de la Asociación Tomás de Herrera. https://asociaciontomasdeherrera.blogspot.com/p/apurimac-chincheros-arequipa-arequipa.html. También ha habido un cierto interés por la conservación de estos instrumentos y su restauración; nos referimos en este caso a los órganos de San Pedro de Atacama y aquel de Belén, restaurados por el organero Mauricio Valdebenito en 2016 y 2021 respectivamente.20A este propósito existe un CD con libro explicativo de la restauración del órgano de San Pedro: Programa de Recuperación del Patrimonio Organístico de Chile, Órgano Indiano. San Pedro de Atacama, Beatriz Juste, Fernando Rivera, Carlos Valdebenito, Jaime Carter, Osiel Vega, grabado entre el 29 de septiembre y el 6 de octubre de 2017, Digisound, 2017, disco compacto. Recordamos también el órgano de la mitad del siglo XVIII ubicado en la Catedral de Santiago y atribuido al padre jesuita Jorge Kranzer. Existen además asociaciones y agrupaciones chilenas, cuales la «Fundación Amigos de los Órganos» o el proyecto «Recuperación del Patrimonio Organístico de Chile» que tienen como objetivo la difusión y la conservación de estos instrumentos.21La primera actividad de la fundación se realizó el 23 de septiembre de 2023 https://www.beethovenfm.cl/evento/catedral-de-santiago-restauracion-de-organos-coloniales/. Se subraya que las nombradas organizaciones dirigen sus esfuerzos principalmente hacia el estudio y restauración de los instrumentos existentes, no han habido hasta el momento estudios históricos sobre la presencia de órganos en los templos del actual norte de Chile.

En vista de estas consideraciones, por medio del análisis de antecedentes documentales que corresponden a diferentes repositorios archivísticos, eclesiásticos y civiles de Chile y Perú, este artículo se propone colmar en parte el vacío de información sobre la presencia y uso de órganos en los templos de las regiones de Arica y Tarapacá (para los siglos XVIII-XIX), territorios que mantenían relaciones administrativas, comerciales y culturales con las regiones del Cusco, Arequipa y La Plata. La pesquisa no ha sido exenta de complicaciones, si pensamos en las dificultades de trabajar con documentación histórica de templos desperdigados en el territorio y que a su vez es bastante escasa, en especial entre los siglos XVI y XVII, cuando se implantó el orden colonial reflejado en la planificación de pueblos de indios.22Glave y Diaz, «Clérigos y encomiendas en Tarapacá», 79-99.

Si bien se trata en su mayoría de documentos con carácter de inventario, estas descripciones, junto a las informaciones contenidas en los pocos informes de restauros efectuados en época tardo colonial y republicana, nos permiten delinear algunas de las características básicas de estos instrumentos, definir una línea temporal, cual ha sido el momento de mayor difusión y cuales acontecimientos han determinado el florecer o la decadencia de su uso. Puntualizamos que se trata de una investigación todavía abierta y que podrían surgir nuevos datos documentales por analizar.

Finalmente, un primer y no exhaustivo análisis de los órganos, o partes de éstos, todavía existentes y ubicados en los pueblos de Mamiña, Cariquima, Belén y Parinacota, fruto de las visitas capilares a los pueblos que hemos efectuado durante los últimos diez años, contribuye a enriquecer la información documental.23Durante las visitas se han podido observar el órgano de Mamiña y el de Cariquima; además de los restos que yacen en las bodegas y sacristía de los templos de Belén y Parinacota.

Otro objetivo de nuestra investigación ha sido definir en qué medida la población indígena y mestiza de la región protagonizó el panorama organístico para el período estudiado; Si bien se trata en este caso de datos escasos, es cierto que todos apuntan a un resultado positivo, lo cual amplifica la discusión sobre la agencia indígena en las prácticas ceremoniales católicas de los Andes.

LOS ÓRGANOS EN LAS IGLESIAS DEL NORTE DE CHILE

 

No son pocos los datos documentales, principalmente inventarios, que anotan la presencia en los templos de la región de instrumentos musicales, entre los cuales destacan arpas y órganos.24Para el caso de las arpas véase: Tiziana Palmiero, Alberto Díaz y Jean Franco Daponte, «El arpa en la piedra. Su presencia en los templos coloniales en el norte de Chile», Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino 27, n.º 2 (2022): 74, https://doi.org/10.56522/BMCHAP.0040020270002. Se trata a menudo de escuetas descripciones que utilizan adjetivos relativos al tamaño y al estado en uso. En algunos casos se dan noticias de su ubicación y del contexto, o sea si se encontraban junto a otros instrumentos. En otros casos, documentos cuales libros de gastos de fábrica, notifican las refacciones efectuadas a los órganos por parte de artesanos indígenas, algunos de los cuales han sido identificados en ulteriores investigaciones. Por lo contrario, de los músicos se ha encontrado un solo identificativo, como veremos a continuación, ya que éstos venían anotados simplemente como «organista»; sin embargo, este apartado arroja la fecha más antigua del uso del instrumento, 1708, en la ciudad de Arica que, recordamos, fue el único pueblo de españoles.

media/06_002.jpg
Figura 2 Ubicación de los pueblos nombrados en las fuentes o que conservan restos de órganos. 

Hemos organizado el material recopilado en tres tablas, ordenadas por pueblo y fecha y que corresponden a organistas, instrumentos y restauros; seguidas de la descripción y las citas correspondientes. La tabla relativa a instrumentos, la más extensa, se ha ordenado también por parroquia.

Tabla 1 Organistas. 
TopónimoMúsicosTipo de documentoFecha
AricaOrganista, arpista y músicoInforme de gastos (Misa jueves de Semana Santa)1708-1718
AricaOrganista, arpista y músicosInforme de gastos (12 misas de renovación cada año)1708-1718
AricaOrganista, arpistas y músicosInforme de gastos (Fiesta del Corpus para velar al Señor)1708-1718
TarapacáOrganista Bernardo Tolabi, ayllu de TarapacáCenso1784
TarapacáOrganista, cantor, violinista y arpistaInforme de gastos1841
SibayaOrganista, arpistas y violinistasCuestionario1813
PicaOrganista, cantora y violinistasInforme de gastos1867

Organistas

 

El único nombre de organista encontrado corresponde a Bernardo Tolabi «reserbado organista casado con Petrona Albarado tiene por hija a Josefa siega soltera y esta a Josef de 5 años», censado en 1784 como cholo y perteneciente al ayllu de Tarapacá.25Archivo Obispado de Iquique, Chile (CL. 1101. AOI.), Padrón de indios, 1784, f. 4r.

En Arica a comienzos del siglo XVIII, Mario Sánchez Sergado, mayordomo y Maestro de Campo de la Cofradía del Santísimo Sacramento, al momento de entregar el cargo rindió los gastos efectuados entre 1708 y 1718. Entre estos, se consignan los pagos al organista que, junto a otros músicos, se desempeñaba durante las fiestas del Corpus Cristi «para velar al Señor», todos los jueves de Semana Santa y en las misas de renovación de todo el año:

Juebes de la semana en cada un año a 4 pesos al cura […]

Y tambien al Arpistas, Organista y Musicos 1 peso cada dia montan

En dichos 10 años 500 pesos__________________________________U500 pesos

Y tambien 12 misas que se hagan de renovación en cada un año al

Cura 1 pesos que en dichos 10 años montan 480 pesos_______________U480 pesos.

Y tambien por la canturia de Musicos y Arpista y Organista en dichas

Misas de Renovación 1 pesos con 12 pesos cada año y en los dichos

Dies años montan 120 pesos____________________________________U120 pesos.26Archivo Arzobispal de Arequipa, Perú (PE. 40101. AAA.), Arica, serie Arica, Legajo 12. Inventario y cuentas de la cofradía de la Santísima de Arica, 1708-1718, s. f.

Aquí el organista figura acompañado por uno o dos arpistas y otros músicos. Ya en el 1800, en Tarapacá, Sibaya y Pica aparece, junto a organista y arpista, el violinista.

Finalmente, con respecto de los pagos a los músicos, se observa que no siempre éstos se efectuaban en dinero27Recordamos que también en España los instrumentistas podían recibir el compenso en dinero o en enseres: por ejemplo, desde 1507, en Sevilla, al organista le correspondía la mitad de la ración de los capitulares «por la que recibía pan, trigo y cevada, maravedíes y gallinas». González, «La capilla de música de la Catedral de Sevilla en el período barroco», en Las capillas de música en el barroco, ed. Juan Aranda Doncel (Madrid: Universidad Autónoma de Madrid, 2018), 138.; por ejemplo, en el oasis de Pica, la costumbre de retribuir con enseres se mantuvo durante el período peruano decimonónico. En ocasión de la fiesta de la Purísima, se pagaban los servicios del organista en botijas de vino que provenían del puquio de Comiña, hacienda vitivinícola ubicada en las afuera del pueblo. El detalle es el siguiente:

Este censo está constituido en el puquio de Comiña. Su primitivo dueño pagaba anualmente a la Iglesia catorce botijas de vino destinadas a celebrar la fiesta de la Inmaculada Concepción de María en Pica […] De estas catorces botijas diez eran para el párroco, luces y adornos de la Iglesia; y cuatro botijas se distribuían entre los músicos y cantores […]

Cantora 1 botija

2 violinistas 1 ½ botija

Organista 1 ½ botija […].28Archivo Parroquia de Pica, Iquique, Chile (CL.1101./1.11.), Libro de censos y bienes raíces de la parroquia de San Andrés de Pica, 1867, 3-5.

Órganos

 

En los inventarios de los templos localizados en el desierto andino, los órganos catalogados son caracterizados por los adjetivos: «mediano», «pequeño», «chico», «corriente» y «regular». Ahora bien, es posible que los órganos «medianos» hayan sido de 6/7 palmos y los «pequeños» de 3/4 palmos. En otro sentido, los términos «corriente» y «regular», sumados a otros cuales: «de regular uso», «descompuesto», «bastante viejo» y «de primera orden» se refieren al estado de conservación de estos instrumentos.

Tabla 2 Órganos en inventarios. 
AricaInstrumentoTipo de documentoFecha
AricaÓrgano ubicado en proximidad de la pila bautismalVisita1745
AricaÓrgano pequeñoInventario1751
AricaUn órgano corriente, aunque bastante viejo.Inventario1853
AricaÓrgano bien arregladoInventario1880
Doctrina de Belén
Socoroma Órgano mediano corrienteInventario1789
Belén (Iglesia San Santiago)Órgano con falta de muchas flautas, y un fuelle, la puerta descompuestaInventario 1850
Belén (Capilla de Los Milagros)Órgano chico y corrienteInventario 1850
Doctrina de Sibaya
SipizaÓrgano se quemó en el incendioCorrespondencia1795
SipizaÓrgano de tamaño regular corriente en regular servicioInventario1865
SibayaÓrgano regularInventario1797
SibayaÓrgano muy viejoInventario1865
MochaÓrgano, arpa. Regular con sus fuelles corrientesInventario1797
MochaÓrgano, arpa. Descompuesto e inservible.Inventario1836
MochaÓrgano corrienteInventario1865
MochaÓrgano, arpa. Ambos inservibles Inventario1918
LimaxiñaÓrgano pequeño muy destrozadoInventario1865
HuasquiñaÓrgano, arpas. Chico de madera nuevoInventario1865
Parroquia de Camiña
SotocaÓrgano con su reja de maderaInventario1808
SotocaÓrgano, arpa. Descompuesto con un taburete de maderaInventario1836
Sotoca Órgano pequeño, todo averiadoInventario1846
CamiñaÓrgano de primera ordenInventario1836
ChiapaÓrgano. Planchas para flautas de órganosInventario1810
ChiapaÓrgano, arpa. Descompuesto con un taburete de maderaInventario1836
ChiapaÓrgano, arpa. Descompuesto con un taburete de maderaInventario1846
Parroquia de Pica
MamiñaÓrgano, arpa. De regular usoInventario1861
PicaCompra de órgano nuevo (harmonio)Libro de actas1897
Parroquia de Tarapacá
HuaviñaÓrgano viejoCorrespondencia1906

Volviendo al templo de Arica, durante la visita de 1745, el obispo de Arequipa recomendó su refacción, insistiendo «que a la pila baptismal que está separada, y sirbe para este efecto un arco de la yglesia se ponga una reja en la parte que se alla el órgano para que asi estén con seguridad las cosas que se guardan».29Archivo Histórico Vicente Dagnino (AHVD, Arica), Tomo 3 de Bautismos de la ciudad de San Marcos de Arica siendo cura y vicario Don Domingo de Bolaños y Cornejo, Legajo 12. Bautismos y visita del Obispo. 1741-1751, f. 82r. Es probable que esta sugerencia se haya materializado ya que, en el inventario de 1751, en la lista de alhajas de la iglesia se nombra a un «órgano pequeño» y en la línea siguiente a una pila bautismal con cerradura.30PE. 40101. AAA, Vicaría de Arica, Serie Arica, Legajo 12, Inventario de la Iglesia de Arica, 1751, s. f. A distancia de un siglo, en un inventario del 20 de enero de 1853, se anota en la iglesia de la Matriz de Arica «Cuatro confesionarios. Un órgano corriente, aunque bastante viejo. Un coro nuevamente hecho de madera de pino con su escalera corrida recién colocada habiéndose removida la otra que era muy incomoda».31PE. 40101. AAA, Serie Arica, Arica, Legajo 12, Inventario de la iglesia de nuestra Señora de las Mercedes, 1853, s. f. Es posible que se trate del mismo instrumento mencionado en 1751 y esto explicaría las palabras «bastante viejo». Sabemos que esta iglesia fue posteriormente destruida por el terremoto de 1868 y que la nueva Iglesia del Fierro fue construida sobre sus escombros.32La Iglesia del Fierro es la actual Catedral de San Marco que, construida en los talleres Eiffel, Francia, fue inaugurada en 1876. Seguramente, en aquella ocasión se restauró o se mandó a hacer un instrumento nuevo visto que, en el inventario de 1880, fue entregado al Vicario José Diego Chaves por el capellán Nicolas Verdinilli «1 órgano bien arreglado».33PE. 40101. AAA, Serie Vicaría de Arica: Arica. Legajo 12. Inventario de la Iglesia de Fierro de Arica. 1880, s. f.

Por lo que concierne la doctrina de Belén, en 1789, en el anexo San Francisco de Socoroma, el clérigo Pacheco de Paneloza, anota como parte de la fábrica del templo «un órgano mediano corriente en el coro nuevo de madera»;34PE. 40101. AAA, Serie Arica: Belén, Legajo único, Informe de la Iglesia del pueblo de S. F. de Socoroma, 1778, s. f. es probable que los términos «mediano corriente» indique un instrumento de 6/7 palmos y en normal estado de conservación, o con características consideradas comunes. Precisamos que, en un anterior inventario de 1778, el órgano no aparece en la lista de los bienes de la iglesia de Socoroma, por lo que es posible que se haya adquirido o construido entre estas dos fechas. Tal vez existe la posibilidad que, al escindirse en 1777 la doctrina de Belén de la de Codpa, se buscó dar mayor lustro a la nueva doctrina dotándola de instrumentos musicales para el culto.

En cuanto al pueblo de Belén, en 1850 se registraron dos instrumentos, uno en la Iglesia de San Santiago con «el coro con valaustra de madera, bastante maltratada, un órgano con falta de muchas flautas, y un fuelle, la puerta descompuesta»,35PE. 40101. AAA, Serie Arica, Belén, Legajo único, Inventario de la Doctrina de Belén, 1850, s. f. que dada las condiciones no se usaba desde hace tiempo, y otro ubicado en la capilla del Milagro, la cual contenía «el coro con reja de madera pintada algo maltratada, un órgano chico y corriente».36PE. 40101. AAA, Serie Arica, Belén, Legajo único, Inventario de la Doctrina de Belén, 1850, s. f. Durante las jornadas de trabajo en terreno, en el año 2015 junto a los comuneros de Belén identificamos la presencia de 2 órganos localizados en el coro. Uno estaba en relativa buenas condiciones y el segundo en muy mal estado. No tenemos certeza cuál fue la trayectoria final de este último instrumento.

En la precordillera de Tarapacá, el 7 de febrero de 1795 en la doctrina de Sibaya el párroco Ramón de Cáceres informaba al Obispo de Arequipa, José Chávez de la Rosa, que un incendio había devastado la iglesia del Santuario de Sipiza, describiendo el dantesco episodio:

Con gravísimo dolor comunico a V.S.Y. como improvisadamente me sorprendió la infausta noticia de haverse quemado el dia primero de este la Yglesia del pueblo de Cipiza, anejo de la doctrina de mi cargo, en que se venera la ymagen de el Sor Crucificado; en el instante me puse en camino, y hallé que no solo devoró el fuego la techumbre, órgano y demás adornos, sino que aun las paredes padecieron, por ser fabricadas de piedra fina en que hace mucha operación.37PE. 5300111. AMRE, TAC 09, Legajo 418, Correspondencia, 1795, f. 6. El subrayado es nuestro.

Dos años después, en 1797, el mismo Ramón de Cáceres realizaba los catálogos tomando nota de «en el coro: un órgano regular» en la iglesia de Sibaya y de «un órgano regular con sus fuelles corrientes» en el templo de Mocha.38CL. 1101. AOI, Serie Tarapacá, Legajo 419, Copia General de los Inventarios de la doctrina de Sivaya, realizada por el Licenciado Ramón de Cáceres, 1797, s. f.; PE. 5300111. AMRE, TAC 14, Inventario de esta Sta. Iglesia de San Antonio de Mocha Vice Parroquia de Sibaya, Legajo 419, 1797, f. 5v. Es interesante subrayar que en un anterior inventario de 1741 no aparece mencionado el órgano de Sibaya, a su vez que se indica la presencia de un arpa, por lo tanto, el órgano apareció en algún momento entre 1741 y 1797.39Palmiero, Díaz y Daponte, «El arpa en la piedra», 10-11. Cuarenta años después, el 10 de abril de 1836, el cura Juan de Dios Acuña declaraba que el órgano de Mocha estaba «descompuesto e inservible».40CL. 1101. AOI, Carpeta San Nicolás Tolentino de Sibaya, Defunciones e Inventarios, 1853-1872, s. f. En la siguiente década se puso remedio a la falta de instrumentos para el culto, como se consigna el 16 de enero de 1846 con «un coro de tablas en él, un órgano nuevo», según el clérigo Andrés Andía.41CL. 1101. AOI, Carpeta San Nicolás Tolentino de Sibaya, Defunciones e Inventarios, 1853-1872, s. f.

En 1865, Francisco Rodríguez, cura interino de la parroquia de Sibaya, ejecutó un recuento de los bienes de las fábricas de los templos precordilleranos. Se anota en Limaxiña un órgano que tiene «dicha Iglesia un coro de madera con dos pilares de ídem sobre dos bases de piedra canteada que lo sostienen y en él un organito pequeño muy destrozado»;42PE. 40101. AAA, Serie Tarapacá, Sibaya, Legajo único, Inventario del beneficio de Sibaya, 1865, s. f. en Sibaya «el coro se encuentra no existente, sino los Pilares y arcos, al tablado lo ha ofrecido poner de buena madera Don Prudencio Angandona. Tambien se halla un órgano muy viejo […] una rueda de Campanillas»;43PE. 40101. AAA, Serie Tarapacá, Sibaya, Legajo único, Inventario del beneficio de Sibaya, 1865, s. f. en este caso puntual, el paso de casi setenta años se observa en el deterioro del coro y del órgano que pasa a ser, de «regular» [1797], a «muy viejo».

En el mismo inventario, en Huasquiña se describe a un «un coro de madera y en el un órgano chico de madera nuevo» y en Sipiza «un coro de tabla sostenida por dos pilares de madera sobre bases de piedras y en el un órgano de tamaño regular corriente en regular servicio».44PE. 40101. AAA, Serie Tarapacá, Sibaya, Legajo único, Inventario del beneficio de Sibaya, 1865, s. f. Al respecto, se observa que después del incendio de 1795 se había substituido el órgano perdido. En Mocha se indica la existencia de «un coro corriente de tablas: Mas un órgano corriente y una rueda con dies campanillas de bronce».45PE. 40101. AAA, Serie Tarapacá, Sibaya, Legajo único, Inventario del beneficio de Sibaya, 1865, s. f. En este mismo pueblo, en 1918, o sea a distancia de 50 años y ahora bajo el gobierno chileno, se constataba la presencia de un órgano y un arpa, ambos inservibles.46CL. 1101. AOI, Inventario n.°25 sobre n.° 31 varios, vicariato de Tarapacá, 1916-1918, s. f.

Las referencias a la parroquia de Camiña corresponden a los registros que se realizaron en los anexos precordilleranos. En Sotoca, en 1808, el cura Gregorio Morales apunta la presencia de un «coro inconcluso afiansado en dos pilares de piedra de cantería casi de una pieza y debajo de el su órgano con su reja de madera» y, en el mismo documento, en 1810 se reporta la existencia en la iglesia de Chiapa de restos de instrumentos destrozados por un incendio «unas planchas y granujo de Estaño de las flautas de órganos y acetre que fue de este metal».47CL. 1101. AOI. Bautismos, Rollo 51, Libro en que se asientan las Partidas de Oleo de los que se bautizaron en las Vise parroquias de Chiapa, Sotoca, Ysluga y Cariquima pertenecientes a la doctrina de Santo Tomas de Camiña, 1804-1845, s. f.

El instrumento de Sotoca fue inventariado en 1836 por el párroco Calixto Zamora, apuntando que en dicho templo «su coro de madera con tres arcos de cal y piedra, su órgano descompuesto».48PE. 5300111. AMRE, TAC 22, Inventario, 1836, f. 17r. Siempre en la misma fecha, en Camiña, se registra en una bóveda de adobe «un órgano de primera orden que mande hacer con el oficial D. Melchor Zegarra, con el costo de unos mil doscientos diez pesos un real».49PE. 5300111. AMRE, TAC 22, Inventario, 1836, f. 5r-v. Se informa que este instrumento substituía a otro más antiguo cuyos fuelles y armazón reposaban en la capilla de San Roque.50PE. 5300111. AMRE, TAC 22, Inventario, 1836, f. 5v. En 1846, el presbítero Manuel León de Aranibar señala que al interior de la iglesia de Chiapa, que había sufrido «la ruina de los terremotos, a mas de haverse quemado dos veces», se encontraba «su coro de madera con tres arcos de calipiedra, su órgano descompuesto con un taburete de madera»;51PE. 5300111. AMRE, TAI 1, Inventario, 1846, f. 10r. recordamos que, en 1810, en esta iglesia se encontraban solamente restos de unas flautas, por lo que seguramente este órgano fue adquirido tiempo después. El mismo inventario arroja otro dato: en Sotoca había «un arco toral de madera sin labor ninguna, tres pilas de piedras, su coro de madera, con sus arcos de piedra, en el se encontró un órgano pequeño, todo averiado».52PE. 5300111. AMRE, TAI 1, Inventario, 1846, f. 13v.

En la parroquia de Pica en 1861, el presbítero José Mariano Ossio anotaba en el libro de fábrica que, en el anexo de Mamiña «al entrar al templo, se presentan dos columnas de madera que sostienen el coro de musico, el que tiene su barandilla, de fierro todo es pintado y nuevo y contiene un organo de regular uso, una arpa corriente y una silla».53Parroquia Ntra. Sra. Del Rosario, Mamiña. Venta de tierras 1795-1798. Libro de fábrica de Mamiña CL. 1101.AOI,, 1861, f. 1r. Posiblemente se trate del mismo órgano que fue restaurado posteriormente por Daniel Palma en 1884 y que hoy reposa en las bodegas de la iglesia.

Finalmente, de algunos datos documentales se infiere que, hacia finales del siglo XIX, los órganos de tubos, deteriorados en su mayoría, fueron sustituidos por los más versátiles armonios, estos últimos poseían numerosas ventajas en cuanto a costo, manutención y tamaño; los instrumentos que se conservan actualmente en los templos son testigos de esta situación. Hay que considerar también que la nueva administración chilena, instalada justamente en ese período, se caracterizaba por una ideología ligada a la idea de progreso y modernidad; este hecho impulsó acciones, a menudo violentas y racistas, que borraran el pasado peruano, considerado como atrasado y barbárico, lo que tuvo consecuencias también en los aspectos culturales y musicales.54Jean Franco Daponte y Tiziana Palmiero, «Los convites: tertulias musicales en los oasis de Pica y Matilla, norte de Chile», Diálogo Andino 63 (2020): 173-187, http://dialogoandino.cl/index.php/numero-63-2020-3/; Carolina Figueroa, «Desde Camilo Ortúzar a Guillermo Juan Carter. La instauración de una iglesia moderna o la ocupación moral del territorio Tarapaqueño, 1882-1906», en La sociedad del salitre: protagonistas, migraciones, cultura urbana y espacios públicos, ed. Sergio González (Santiago: RIL Editores, 2013), 95-116; René Aguilera, «Resistencia y ciudadanía en la chilenización de los valles tarapaqueños, 1900-1930», Diálogo Andino 34 (2009): 77-100, http://dialogoandino.cl/index.php/numero-34-2009-1/; Luis Castro y Natalia Rivera, «La sociedad rural del oasis de Pica frente al proceso chilenizador: conflictos, interacciones y reacomodos (Tarapacá, norte de Chile 1880-1900)», Estudos Ibero-Americanos 37, n.º 2 (2011): 271-300, https://doi.org/10.15448/1980-864X.2011.2; Sergio González, «El poder del símbolo en la Chilenización de Tarapacá. Violencia y Nacionalismo entre 1907 y 1950», Revista de Ciencias Sociales 4, n.º 5 (1995): 42-56, http://www.revistacienciasociales.cl/ojs/index.php/publicacion/article/view/30; Palmiero, Daponte y Díaz, «Los sonidos de la resistencia».

El tránsito del órgano al armonio fue un proceso que se dio de manera casi natural, aprovechando muchas veces el estado de degrado de los instrumentos o las consecuencias de algunos desastres naturales, como es el caso del terremoto del 9 de mayo de 1877 que causó destrozos en el oasis de Pica. A raíz de este hecho, y por voluntad del sacerdote español Vilanova, se conformaba una comisión fiscal de fábrica para la reconstrucción de la casa parroquial y de la iglesia. La comisión, reunida en sesión el 27 de septiembre de 1896 y presidida por Luis Silva Lezaeta, decidía la compra de un órgano nuevo. Finalmente, en el acta de la sesión del 1 de enero de 1897, se lee «El sr. Silva dio cuenta de haber comprado un organo – armonica y varios objetos para el culto con valor de 595.36, habiendo dejado en poder del sr. Ocrapo (sic) resto de los 1.011. 75» (Figura 3).55CL.1101./1.11., Libro de Actas De las sesiones celebradas por las diversas Comisiones que han tenido a su cargo la construcción de la Iglesia parroquial de Pica, 51, 63.

media/06_003.png
Figura 3 Armonio de Pica. Registro de los autores, 2021. 

Los viejos órganos de tubos, sin los debidos cuidados, ya no cumplían con las necesidades de la liturgia. Es así como, el 8 de febrero de 1906, José Soler Avaria, cura de Huaviña, escribía al vicario de Iquique y, comentando el estado de abandono en que versaba el pueblo precordillerano, afirmaba:

Mi querido Prelado:

Ayer termine de celebrar las misas que V.[…] Ima tuvo la amabilidad de encargarme. Ojala me mande algunas mas, que acá nadie se acuerda de las benditas almas, es esta una parroquia sin vida, ni movimiento, nadie nace, se casa ni muere, así que el cura lleva una existencia beatifica, lo malo es que la gente baja continuamente a Huara y acá todo es caro y escaso.

Al catecismo acude 15 niñas y 18 niños, casi todos los del pueblo; yo les doy regalito y les he prometido que el señor obispo les mandará bonitos premios. Mucha falta me hace un harmonium para tocarles algunos cantitos y para que asistan con más gusto, que el órgano que hay acá, no vale ni cinco pesos, y con sus destempladas voces, causa risa, en ves de inspirar devoción.56CL. 1101. AOI, Carpeta Huaviña, Correspondencia, 1890-1916, ff. 15v-16r.

Comuneros andinos refaccionando órganos

 

En Tarapacá, cabeza de curato e iglesia más importante de la región, sabemos de la existencia de dos órganos debido a los registros de gastos por las reparaciones realizadas en tres ocasiones (1791, 1826 y 1834); misma situación en Huantajaya, cuyo órgano requirió de arreglos en 1820. A este propósito hay que destacar que, durante la colonia, Huantajaya fue un importante centro minero argentífero y especialmente en proximidad de la mitad del siglo XVIII cuando se descubrió la veta principal. A finales del mismo siglo se produjo la merma del preciado mineral y las familias adineradas dirigieron sus intereses a la extracción del salitre, que se convirtió pronto en el motor económico de la región.57En esta misma línea «Creemos que su extracción y procesamiento operó al margen del Estado al menos durante las cinco décadas previas a su arraigada referencia fundacional [1830]»: Donoso, «Los Albores de la Industria Salitrera», 460.

Tabla 3 Artesanos. 
TopónimoArtesanosTipo de intervenciónTipo de documentoFecha
TarapacáJusto Gamero y Tomas QuiquinchaMuebleInforme de gasto para refacción de la iglesia1791
TarapacáNo diceCompostura dos órganosInforme de gastos1826
TarapacáMelchor Zegarra, José Mariano Aguirre, platero y Pedro Caruncho carpinteroFuelles, puerta, lengüetas, caños de dos órganos. Se agregan registrosInforme de gastos1834
HuantajayaBenito de PicaSe arreglan caños y agregan registrosInforme de gastos1820
CamiñaMelchor ZegarraSe construye un órganoCorrespondencia1836
MamiñaDaniel PalmaFuelles, mueble, corredera y cañosNo hay1884

En cuanto a quienes asumían las labores de reparar, refaccionar y arreglar los órganos de los templos localizados en el desierto y cordillera del norte chileno durante la Colonia y siglo XIX, los documentos enuncian que, en 1791, un organero indígena de Tarapacá llamado Justo Gamero cobraba 70 pesos y 4 reales por la compostura del órgano, siendo asistido por un ayudante, también indígena, Tomás Quiquincha. El documento entrega algunos detalles:

Recivi del Señor Don Balentin de la Fuente

La cantidad de setenta pesos quatro rreales en la

Forma siguiente,

Por 50 pesos por mi trabajo de desarmar y componer

El órgano de esta Yglesia que con las Llubias se

Mojo y descompuso […]

3 pesos que le pague a Tomas Quiquincha por que

Me ayudose a esta compostura.58PE. 40101. AAA, Serie Tarapacá, Tarapacá, Legajo 2, Recibo N.º 2 de los oficiales que han trabajado para la iglesia de Tarapacá, 1791, s. f.

El tipo de materiales utilizados hace pensar a un posible restauro de la caja del instrumento ya que se requirió alambre, carbón, cola y tachuelas, además de terciopelo para las teclas y otra tela para confeccionar un guardapolvo.59PE. 40101. AAA, Serie Tarapacá, Tarapacá, Legajo 2, Recibo N.º 2 de los oficiales que han trabajado para la iglesia de Tarapacá, 1791, s. f.

Posteriormente, se realizaron otras dos intervenciones en Tarapacá: la primera en 1826, cuando el fabriquero Atanacio de Tinajas pagaba 833 pesos y un real para el restauro de dos instrumentos, uno situado en la Iglesia de Tarapacá y el otro en la Capilla de Nuestra Señora del Rosario; en los documentos no aparece el nombre del autor de los arreglos, pero existe la posibilidad que sean artesanos o carpinteros autóctonos, tal como ha sido registrado en otras localidades:60Palmiero, Díaz y Daponte, «El arpa en la piedra», 73-75.

Por ochocientos treinta y tres pesos gastados en la composición delos dos orga-

Nos, uno dela Yglecia y otro dela capilla de Nuestra Señora del Rosario, deque

Rebajo doscientos quarenta y tres pesos un rreal que dieron de limosna para el

Dela Yglecia hay de cargo numero 19………………………………0589.7.61PE. 40101. AAA, Serie Tarapacá, Tarapacá, Legajo 2, Cuentas presentadas por don Atanacio Tinajas encargado para la refacción de la Iglesia de Tarapacá, 1826-1834, s. f.

Los documentos de 1826 no arrojan más detalles sobre las características de estos dos instrumentos, uno en la iglesia y el otro en la Capilla del Rosario. Sin embargo, en 1834, por la cantidad de 600 pesos, el organero del pueblo de Tarapacá, Melchor Zegarra arreglaba y mejoraba los mismos instrumentos junto a otros maestros:

Por 88 pesos satisfechos al carpintero Pedro Caruncho por un fuelle de abanico, compostura de otro, guarda polbo a ambos dos órganos como consta de su recibo……………088.0 por 600 pesos oblados al maestro organista Melchor Zegarra por el arreglo compostura, y agregado de mistos, trompas y contras que no tenia octubre 8 de 834………………600.0 según parece suman los gastos echos en los dos órganos ochocientos treinta y tres pesos. Tarapaca y Octubre 8 de 1834=Atanasio de Tinaxas62PE. 40101. AAA, Serie Tarapacá, Tarapacá, Legajo 2, Cuentas presentadas por don Atanacio Tinajas encargado para la refacción de la Iglesia de Tarapacá, 1826-1834, s. f.

En esa misma ocasión, se pagaron «por 64 lenguetas para las cornetas que pague a Jose Mariano Aguirre platero a real cada una…8,0».63PE. 40101. AAA, Serie Tarapacá, Tarapacá, Legajo 2, Cuentas presentadas por don Atanacio Tinajas encargado para la refacción de la Iglesia de Tarapacá, 1826-1834, s. f.

Las mejoras realizadas en 1834 ofrecen algunas informaciones de relieve: se incorporaron los caños de «mistos, trompas y contras que no tenia»;64PE. 40101. AAA, Serie Tarapacá, Tarapacá, Legajo 2, Cuentas presentadas por don Atanacio Tinajas encargado para la refacción de la Iglesia de Tarapacá, 1826-1834, s. f. este cambio sugiere que los instrumentos contaban inicialmente con los registros principales de Flautado y Flautas y que, después del restauro, adquirieron un mayor potencial tímbrico parecido a los órganos barrocos de América y de España. Mientras Pedro Caruncho construía un par de fuelles de abanico y unas puertas para el órgano, el organero Melchor Zegarra tuvo que soldar los caños, construir aquellos faltantes y realizar mejoras a las diversas partes del instrumento, para terminar con la registración final. Por lo menos, esto es lo que se deduce de los gastos efectuados en carbón, leña y utensilios para la fundición del metal, y en tachuelas y pegamento para las partes en madera; se pagaron adicionalmente, 8 reales por cada una de las 64 lengüetas para la trompetería que realizó el platero José Mariano Aguirre. Finalmente, se compraron los metales para la aleación de plomo y estaño para los caños. Este dato nos entrega la proporción de la aleación, ya que se compraron un quintal de plomo «que hice traer de Iquique en munición por no haber plomo de ninguna clase»65PE. 40101. AAA, Serie Tarapacá, Tarapacá, Legajo 2, Cuentas presentadas por don Atanacio Tinajas encargado para la refacción de la Iglesia de Tarapacá, 1826-1834, s. f. y unas 3 ½ arrobas de estaño, lo que equivaldría a una proporción de, más o menos, 54 % de plomo y 46 % de estaño. Esto significa que los caños tenían una alta proporción de plomo y este tipo de aleación entrega indicios sobre la tímbrica del instrumento. El tratadista Pablo Nassarre sugería, en 1724, realizar los caños en estaño y cuanto más puro mejor, ya que este material otorgaría un sonido claro al instrumento, al agregar plomo se perdería esta calidad cristalina y el sonido sería más oscuro e inestable.66Pablo, Nassarre, Escuela música según la práctica moderna 1 [1724], edición facsimilar de la edición de Zaragoza, Herederos de Diego de Larumbe (Zaragoza: Institución Fernando el católico, 1980), 477; 485; 496. Considerando la alta aleación de plomo, es evidente que los órganos de Tarapacá sonaban con un timbre diferente, más oscuro, al deseado por el especialista español del siglo XVIII.

Melchor Zegarra lo encontramos nuevamente mencionado dos años después, en 1836, en ocasión del inventario realizado en la iglesia de Santo Tomás de Camiña, como constructor de un órgano «de primera».67PE. 5300111. AMRE, Legajo 420, Correspondencia Tarapacá Arequipa, 1831-1839, f. 5r. De este artesano, al parecer con cierta influencia entre los ayllus andinos en cuanto a cargos comunitarios, se sabe que fue padrino en Huasquiña el 24 de abril de 1839 de Apolinario, hijo de Juan Caqueo y Maria Amache.68CL. 1101. AOI, Libro de Bautismos Parca, Mamiña y Macaya. 1826-1841, s. f.

En cuanto al carpintero Pedro Caruncho, este vivía en el anexo de los Pozos de la Tirana, estuvo casado con Teresa y tuvo un hijo llamado Juan Baptista, que fue bautizado el año de 1846:

Año del señor de mil ochocientos cuarenta y seis a

Cuatro de junio. Yo el cura encargado baptise puse oleo y

crisma a una criatura del dia anterior, y le puse por nombre

juan baptista hijo legitimo de Pedro Caruncho, y Teresa

fue su padrino D. Pablo Capetillo por su servicio D. Salva-

dor y le adverti la obligacion y parentesco lo certifico

Rafael Garcia69CL. 1101. AOI, Bautismo en el anexo De los pozos de la tirana (parroquia de san Andrés de Pica), 1829-1848, s. f.

Finalmente, el platero José Manuel Aguirre, oriundo de Tarapacá, fue registrado en un censo de 1841 como cholo casado de 30 años, trabajador del salitre y residente en el pueblo de Tarapacá.70Archivo Regional de Moquegua, Perú (PE. 180101. ARM), Censo de1841.

En cuanto al órgano de Huantajaya, restaurado en 1820, el organero y su ayudante Benito viajaron en mula desde Pica para trabajar día y noche, de hecho, se gastaron 17 reales en velas «para alumbrarse de noche»71PE. 40101. AAA, Serie Tarapacá: Tarapacá, Legajo 2. Informe de gastos llevado a cabo por el fabriquero D. Atanasio Tinajas respecto a la Iglesia de Guantajaya, 1821, s. f.. Los dos artesanos construyeron los cajoncitos para las Trompas y la Pajarilla y estiraron las hojas para las Flautas; además se compraron: cola pez, para pegar las partes; azogue para las soldaduras, y una onza de plata para la trompetería.72PE. 40101. AAA, Serie Tarapacá: Tarapacá, Legajo 2. Informe de gastos llevado a cabo por el fabriquero D. Atanasio Tinajas respecto a la Iglesia de Guantajaya, 1821, s. f. No obstante, no sería posible saber, si la trompetería se arregló o se agregó, como un nuevo registro, en aquella ocasión.

Otro organero documentado, esta vez por la presencia de firmas en el mueble y secreto del instrumento, fue Daniel Palma que, en 1884, intervino el instrumento que se encuentra actualmente en las bodegas de la iglesia de Mamiña.73Se encuentran firmas de Daniel Palma en el secreto y otras partes del órgano de Mamiña; no se encontraron huellas de este organero en los documentos consultados. Al parecer, en el norte chileno fueron los propios carpinteros de origen indígena quienes asumieron la responsabilidad de reparar los instrumentos destinados a la liturgia. Estos maestros podrían corresponder al cargo comunitario de luriri, que en lengua vernácula aimara significa ‘Artificioso bien hecho’,74Ludovico Bertonio, Vocabulario de la lengua aymara (Provincia de Chucuito: Francisco del Canto - Compañía de Jesús, 1612), 73, https://archive.org/details/vocabulariodelal00bert/page/n211/mode/2up. siendo coherente con la acción de restaurar, construir, afinar y/o templar los instrumentos autóctonos (lichiwayus, sikus o lakas), como también, dependiendo del oficio, las arpas y los órganos para el culto religioso en los templos católicos, recibiendo estipendios o donativos comunitarios por las labores ejecutadas.75Para el caso de las arpas, véase: Palmiero, Díaz y Daponte, «El arpa en la piedra», 72-73.

Breve descripción de los órganos y restos conservados en los templos

 

Los instrumentos o restos que actualmente se conservan pueden resultar más significativos en cuanto a la definición de las características de los órganos. El instrumento conservado en el templo precordillerano de Mamiña, e inventariado en 1861, fue objeto de una restauración en 1884 a mano del organero Daniel Palma, del cual no tenemos mayores antecedentes. Este artesano seguramente cambió algunos caños, del momento que se observan aleaciones y soldaduras diferentes entre sí; tapó algunas hileras en el secreto, realizó los caños de los tambores, arregló los fuelles y construyó un mueble nuevo.76Los caños de los tambores llevan su firma, se nota en los fuelles la añadidura de piel de diversa procedencia y el mueble no está acabado y presenta las firmas del maestro en varias de sus partes.

Este instrumento es un órgano de 6/7 palmos, con teclado partido de octava corta y 42 teclas de madera, además de dos fuelles de cuña para el suministro del aire. Es un instrumento de apariencia sencilla y sobria; el mueble no está acabado y deja al descubierto la firma del magister Daniel Palma; mide alrededor de 3 metros; es un órgano encastillado con caños de latón y de estaño y plomo, con un discreto porcentaje de este último material; consta de tres registros, todos principales, Flautados, cuyas palancas se encuentran en los costados del mueble; conserva restos de haber poseído algún tipo de registro de pueblo, posiblemente Pajarillas y, en el retro del instrumento, son visibles los grandes caños del registro de Tambores; los dos fuelles miden 156 cm x 52 cm (Figuras 4, 5 y 6).

media/06_004.jpg
Figura 4 Órgano de Mamiña, detalle. Registro de los autores, 2006. 
media/06_005.jpg
Figura 5 Órgano de Mamiña, detalle de las varillas. Registro de los autores, 2006. 
media/06_006.jpg
Figura 6 Órgano de Mamiña, detalle de los fuelles. Registro de los 2006. 

El órgano ubicado en la iglesia del poblado altiplánico de Cariquima presenta todavía las características del blockwerk; se trata en este caso de un instrumento pequeño que mide alrededor de 190 cm. de alto por un metro de ancho; está construido sobre una base de flautado de 3 o 3 y 1/2 palmos tapados y no cuenta con registros; posee un teclado de 49 puntos, de C1 a C5, sin octava corta y dos fuelles muy pequeños (Figuras 7 y 8).

media/06_007.png
Figura 7 Órgano de Cariquima. Registro de los autores, 2004. 
media/06_008.jpg
Figura 8 Órgano de Cariquima, detalle. Registro de los autores, 2004. 

Uno de los instrumentos de Belén se encontraba completamente desmontado al empezar el restauro. Según nos informa el organero Valdebenito, se hallaron solamente 60 caños y en muy mal estado y 15 de las 41 teclas; aun así, se pudo establecer que el instrumento contaba con cuatro registros; su base es un bourdon de 6 ½ tapado; no presenta registros de pueblo y su fabricación se remontaría al siglo XVIII.77Jorge Valdebenito, comunicación personal (12-07-2020). Finalmente, los restos del órgano de Parinacota se hallaban, al momento de la visita, en la sacristía junto a una gran cantidad de otros objetos; las dimensiones del lateral del mueble, menos de 2 metros de altura, los restos de un Flautado de 3 palmos y la presencia de dos fuelles muy pequeños inducen a pensar en un instrumento de dimensiones menores.

CONCLUSIONES

 

De los órganos inventariados en las antiguas doctrinas del desierto de Atacama en el extremo norte chileno podemos recabar algunas informaciones: la primera concierne la ubicación de éstos al interior de los templos, donde se observa que la posición en el coro alto, al pie de la iglesia, parece ser la constante y en sintonía con otras regiones altiplánicas. Se recuerda que, en España, esta ubicación espacial fue la más común durante el período del renacimiento-barroco en las iglesias parroquiales, conventos y monasterios, mientras que, en el mismo período y en las iglesias más importantes, el coro se encuentra en el centro de la nave mayor.78Lama, El órgano barroco español, 97, 111. También en el caso de los restos de instrumentos conservados se observa esta misma ubicación: El instrumento de Mamiña, hasta la restauración de la iglesia, se encontraba en el coro en lado de la epístola; el pequeño órgano de Cariquima está situado en un coro de madera de cactus, al cual se accede por medio de una escalera del mismo material.

Sin embargo, en los documentos analizados se constatan algunas excepciones: recordamos, por ejemplo, que, en 1808, el órgano de la iglesia de Sotoca estaba debajo de un coro inconcluso; así como el órgano de Sibaya, inventariado en 1865, no se encontraba en el coro, ya que de éste quedaban solamente los pilares y arcos. Pero, es evidente que en ambos casos se tratara de ubicaciones provisorias, dadas las malas condiciones en que versaban los coros.

El órgano localizado en el templo de Arica, a mitad del siglo XVIII, se hallaba en proximidad de la pila bautismal. Sin embargo, un siglo después (1853), el órgano es anotado en la misma línea de la descripción del coro, al cual se le había substituido la escalera, lo que deja entender que el instrumento estaba, por aquel entonces, en ese espacio. En cuanto a los dos órganos de Belén, es posible que la Capilla del Milagro, dadas las dimensiones reducidas, no contara con un coro y que el instrumento se posicionara en una de las paredes laterales.

La segunda observación tiene que ver con la presencia de dos órganos en uso en el mismo templo. Esta situación está documentada solamente en Tarapacá (Registro de gastos de 1834) que era cabeza de curato y sede de la iglesia más importante de la región. En cuanto a los instrumentos de Belén (1850) y de Camiña (1836) en el primer caso, se trata de instrumentos ubicados en dos diferentes recintos sagrados, iglesia y capilla; y en el segundo, parece tratarse de la coexistencia de órganos en uso con restos de instrumentos más antiguos e inutilizados. Es interesante observar que la ausencia de un segundo órgano es compensada, en muchos templos, por la presencia de arpas que, posiblemente, se alternaban con el órgano en el acompañamiento de la liturgia y en la enseñanza de la doctrina, de hecho, los inventarios indican que ambos instrumentos compartían el mismo espacio.79Palmiero, Díaz y Daponte, «El arpa en la piedra», 75.

En cuanto a las características de los instrumentos, las fuentes documentales y los restos encontrados arrojan que se trataba, en su mayoría, de órganos de dimensiones de 6/7 pies, si bien no faltaron instrumentos más pequeños, tipo realejo como el de Parinacota, o con las características de los blockwerk medievales, como es el caso del órgano de Cariquima. Con respecto del instrumento de Mamiña, este parece ser un buen ejemplo de la llamada organería andina, que recordamos, reúne las características del órgano renacentista español: un instrumento de 6/7 palmos, teclado partido de 42 teclas y con octava corta, algunos registros de Flautado, Tambores y registros de pueblo y finalmente, una alta presencia de plomo en la aleación de los tubos. A su vez, observamos que, en 1834, la iglesia de Tarapacá adaptó el órgano agregando la trompetería «que no tenía» —o sea, contaba con el solo registro de Flautado— y que, en 1820, el órgano de Huantajaya poseía estas mismas características. Este hecho sería en sintonía con un nuevo empuje económico debido al desarrollo de la industria salitrera en la región, lo que pudo haber motivado, entre las familias adineradas, el deseo de contar con un instrumento más lujoso y «moderno» para acompañar la liturgia y embellecer al templo principal de Tarapacá y la iglesia del poblado minero de Huantajaya.

Finalmente, los datos de archivos nos permiten formular una hipotética línea temporal de la presencia de estos instrumentos en las iglesias del norte chileno. En el templo de Arica —que era el puerto vinculado a la actividad minera de Potosí y se erguía como curato rectoral— el órgano se instaló ya a comienzo del siglo XVIII, mientras que en las doctrinas el uso de este instrumento se difunde principalmente a mitad de siglo; de hecho, los inventarios anteriores a esta fecha consignan solamente la existencia de arpas. También se observa una mayor concentración de órganos en los pueblos de la región de Tarapacá, especialmente en la quebrada del mismo nombre, lo que es coherente con el desarrollo de las oficinas salitreras durante el siglo XIX. Después de 1884, con la instalación de la administración chilena en el territorio, se asiste a un paulatino abandono del órgano a favor del más moderno y económico armonio.

En este escenario, destaca el rol de los comuneros indígenas que se desempeñaban como músicos, además de artesanos o carpinteros para la restauración y/o mantención de los órganos; actividades que, dada la complejidad constructiva del instrumento, permiten apreciar el conocimiento y manejo musical que los organeros o luriris andinos difundían y articulaban en los alejados templos del desierto atacameño.

DECLARACIÓN DE CONFLICTO DE INTERESES

 

los autores declaran que no tienen intereses económicos ni relaciones personales que pudieran haber influido en el trabajo presentado en este artículo.

FUENTES DE FINANCIACIÓN

 

este trabajo es resultado de los proyectos FONDECYT n.º 11230515 y 1221368.

ARCHIVOS CONSULTADOS

 

1 

AHVD. Archivo Histórico Vicente Dagnino, Arica, Chile.

2 

CL. 1101. AOI. Archivo Obispado de Iquique, Chile.

3 

CL.1101. /1.11. Archivo Parroquia de Pica, Iquique, Chile.

4 

PE. 40101. AAA. Archivo Arzobispal de Arequipa, Perú.

5 

PE. 180101. ARM. Archivo Regional de Moquegua, Perú.

6 

PE. 5300111. AMRE. Archivo Histórico de Límites del Ministerio de Relaciones Exteriores, Perú.

BIBLIOGRAFÍA CITADA

 

7 

Aguilera, René. «Resistencia y ciudadanía en la chilenización de los valles tarapaqueños, 1900-1930». Diálogo Andino 34 (2009): 77-100. http://dialogoandino.cl/index.php/numero-34-2009-1/.

8 

Alruiz, Constanza y Laura Fahrekrog. «Construcción de instrumentos musicales en el Virreinato del Perú: vínculos y proyecciones con Santiago de Chile». Resonancias 12, n.º 22 (2008): 43-62. https://resonancias.uc.cl/n-22/.

9 

Asociación Tomás de Herrera, «Características generales de los órganos andinos». Asociación Tomás de Herrera para el Estudio y la Preservación de los Órganos Antiguos de la Región Andina (blog), 2013. https://asociaciontomasdeherrera.blogspot.com/p/existenvarios-tipos-de-organos-antiguos.html.

10 

Baker, Geoffrey. «La vida musical de las doctrinas de indios del obispado del Cuzco». Revista Andina, 37 (2003): 181-205. http://revista.cbc.org.pe/index.php/revista-andina/issue/view/37.

11 

Baker, Geoffrey. Imposing Harmony: Music and Society in Colonial Cuzco. Durham: Duke University Press, 2008.

12 

Bermúdez, Egberto. La música en el arte colonial de Colombia. Bogotá: Fundación de música, 1994.

13 

Bertonio, Ludovico. Vocabulario de la lengua aymara. Provincia de Chucuito: Francisco del Canto, Compañía de Jesús, 1612. https://archive.org/details/vocabulariodelal00bert/page/n211/mode/2up.

14 

Carvajal, Grecia. «La capilla musical de la catedral de Guadalajara durante el siglo XVII y la presencia de músicos indios». Tesina de Grado, Universidad de Guadalajara, 2013.

15 

Castro, Luis y Natalia Rivera. «La sociedad rural del oasis de Pica frente al proceso chilenizador: conflictos, interacciones y reacomodos (Tarapacá, norte de Chile 1880-1900)». Estudos Ibero-Americanos 37, n.º 2 (2011): 271-300. https://doi.org/10.15448/1980-864X.2011.2.

16 

Daponte, Jean Franco y Tiziana Palmiero. «Los convites: tertulias musicales en los oasis de Pica y Matilla, norte de Chile». Diálogo Andino 63 (2020): 173-187. http://dialogoandino.cl/index.php/numero-63-2020-3/.

17 

Díaz, Alberto y Carolina Ponce. «La Arquitectura de da fe. Clérigos, indios y pugnas en las doctrinas del desierto. Tarapacá, siglos XVI-XIX». Allpanchis 45, n.º 81-82 (2013): 11-72. https://doi.org/10.36901/allpanchis.v45i81/82.

18 

Díaz, Alberto, Paula Martínez y Carolina Ponce. «Cofradías de Arica y Tarapacá en los siglos XVIII y XIX. Indígenas andinos, sistema de cargos religiosos y festividades». Revista de Indias 74, n.º 260 (2014): 101-128. https://doi.org/10.3989/revindias.2014.i260.

19 

Donoso, Carlos. «Prosperidad y decadencia del mineral de Huantajaya: Una aproximación». Diálogo Andino 32 (2008): 59-70. http://dialogoandino.cl/index.php/numero-32-2008-1/.

20 

Donoso, Carlos. Una región rica, fértil y abandonada: Economía, cultura y sociedad en Tarapacá (siglos XVI-XX). Arica: Ediciones Universidad de Tarapacá, 2017.

21 

Donoso, Carlos. «Los Albores de la Industria Salitrera en Tarapacá», Chungara 50, n.º 3 (2018): 459-470. https://doi.org/10.4067/S0717-73562018005001402.

22 

Figueroa, Carolina. «Cartografiando El progreso: espacios de civilización y barbarie en la provincia de Tarapacá, norte de Chile (1825-1884)». Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales 15, n.º 370 (2011). https://revistes.ub.edu/index.php/ScriptaNova/issue/view/277.

23 

Figueroa, Carolina. «Desde Camilo Ortúzar a Guillermo Juan Carter. La instauración de una iglesia moderna o la ocupación moral del territorio Tarapaqueño, 1882-1906». En La sociedad del salitre: protagonistas, migraciones, cultura urbana y espacios públicos, editado por Sergio González, 95-116. Santiago: RIL Editores, 2013.

24 

Gembero-Ustárroz, María. «Música en la Catedral de Lima en tiempos del arzobispo Mogrovejo (1581-1606): Gutierre Fernández Hidalgo, la Consueta de 1593, la participación indígena». Resonancias 20, n.º 39 (2016): 13-41. https://doi.org/10.7764/res.2016.39.2.

25 

Glave, Luis Miguel y Alberto Díaz. «Clérigos y encomiendas en Tarapacá. Relaciones en la implantación del orden colonial durante el siglo XVI». Revista Cultura & Religión 14, n.º 2 (2020), pp. 79-99. https://www.revistaculturayreligion.cl/index.php/revistaculturayreligion/issue/view/68.

26 

Godoy, Enrique Alejandro y Norberto Broggini. «Los órganos de la catedral de Cuzco: elementos para su historia». En La Investigación Musical a partir de Carlos Vega. Actas de la Octava Semana de la Música y la Musicología, 2, 3 y 4 de noviembre de 2011, 43-58. Buenos Aires: Instituto de Investigación Musicológica Carlos Vega. Fecha de acceso 9 de enero de 2023, repositorio.uca.edu.ar/bitstream/123456789/1097/1/organos-catedral-cuzco-elementos-historia.pdf.

27 

González, Herminio. «La capilla de música de la Catedral de Sevilla en el período barroco». En Las capillas de música en el barroco, editado por Juan Aranda Doncel, 73-172. Madrid: Universidad Autónoma de Madrid, 2018.

28 

González, Sergio. «El poder del símbolo en la Chilenización de Tarapacá. Violencia y Nacionalismo entre 1907 y 1950». Revista de Ciencias Sociales 4, n.º 5 (1995): 42-56. http://www.revistacienciasociales.cl/ojs/index.php/publicacion/article/view/30.

29 

Hidalgo, Jorge, Nelson Castro, Alberto Díaz y Priscilla Cisternas. «De músico a extirpador: Algunas notas sobre Francisco Otal en Lima y La Plata de 1613 a 1618». Allpanchis 44, n.º 81-82 (2013): 119-154. https://doi.org/10.36901/allpanchis.v45i81/82.223.

30 

Illary, Bernardo. «De los órganos misionales de Chiquitos y su relevancia para la práctica musical». Resonancias 3, n.º 4 (1999): 68-81. https://resonancias.uc.cl/n-4/.

31 

Jambou, Luis. «El órgano europeo en tiempos de Cabezón». Revista de Musicología 34, n.º 2 (2011): 11-42. https://doi.org/10.2307/41959372.

32 

Lama, Jesús Ángel de la. El órgano barroco español I. Naturaleza. Valladolid: Junta de Castilla y León, 1995.

33 

Lindner, Wolfgang. «Órganos coloniales e históricos del Perú y de la Región del Cuzco». Revista Andina 42 (2006): 219-248. http://revista.cbc.org.pe/index.php/revista-andina/issue/view/42.

34 

Marín, Javier. «Música y músicos entre dos mundos: La Catedral de México y sus libros de polifonía. (siglos XVI-XVIII)». Tesis doctoral, Universidad de Granada, 2007.

35 

Nassarre, Pablo. Escuela música según la práctica moderna 1 [1724]. Edición facsimilar de la edición de Zaragoza, Herederos de Diego de Larumbe. Zaragoza: Institución Fernando el católico, 1980.

36 

Palmiero, Tiziana, Alberto Díaz y Jean Franco Daponte. «El arpa en la piedra. Su presencia en los templos coloniales en el norte de Chile». Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino 27, n.º 2 (2022): 70-88. https://doi.org/10.56522/BMCHAP.0040020270002.

37 

Palmiero, Tiziana, Jean Franco Daponte y Alberto Díaz. «Los sonidos de la resistencia. Música, chilenización y memoria peruana en los oasis de Pica, Matilla y Valle de Quisma». Revista Musical Chilena 77, n.º 239 (2023): 83-113.

38 

Programa de Recuperación del Patrimonio Organístico de Chile. Órgano Indiano. San Pedro de Atacama. Beatriz Juste, Fernando Rivera, Carlos Valdebenito, Jaime Carter, Osiel Vega. Grabado entre el 29 de septiembre y el 6 de octubre de 2017. Digisound, 2017, disco compacto.

39 

Rosenblitt, Jaime. Centralidad geográfica, marginalidad política: la región de Tacna-Arica y su comercio, 1778-1841. Santiago de Chile: DIBAM, 2013.

40 

Rosenblitt, Jaime. «Los negocios de la casa Hainsworth y Compañía en Tacna y Arica, 1841-1868. Una mirada al comercio regional». América Latina en la historia económica 24, n.º 3 (2017): 41-70. https://doi.org/10.18232/alhe.v24i3.865.

41 

Seoane, Carlos y Andrés Eichmann. «Algunos hallazgos de música en zonas andinas rurales» DATA: revista del Instituto de Estudios Andinos y Amazónicos, n.º 7 (1997): 95-118.

42 

Vega, Zoila. Música en la catedral de Arequipa 1609-1881. Fuentes, reglamentaciones, ceremonias y capilla catedralicia. Arequipa: Universidad Católica San Pablo, 2011.

NOTAS

 
1 

Constanza Alruiz y Laura Fahrekrog, «Construcción de instrumentos musicales en el Virreinato del Perú: vínculos y proyecciones con Santiago de Chile», Resonancias 12, n.º 22 (2008Alruiz, Constanza y Laura Fahrekrog. «Construcción de instrumentos musicales en el Virreinato del Perú: vínculos y proyecciones con Santiago de Chile». Resonancias 12, n.º 22 (2008): 43-62. https://resonancias.uc.cl/n-22/.): 48, https://resonancias.uc.cl/n-22/.

2 

Egberto Bermúdez, La música en el arte colonial de Colombia (Bogotá: Fundación de música, 1994Bermúdez, Egberto. La música en el arte colonial de Colombia. Bogotá: Fundación de música, 1994.), 127; Javier Marín, «Música y músicos entre dos mundos: La Catedral de México y sus libros de polifonía. (siglos XVI-XVIII)» (tesis doctoral, Universidad de Granada, 2007Marín, Javier. «Música y músicos entre dos mundos: La Catedral de México y sus libros de polifonía. (siglos XVI-XVIII)». Tesis doctoral, Universidad de Granada, 2007.), 186; María Gembero-Ustárroz, «Música en la Catedral de Lima en tiempos del arzobispo Mogrovejo (1581-1606): Gutierre Fernández Hidalgo, la Consueta de 1593, la participación indígena», Resonancias 20, n.º 39 (2016Gembero-Ustárroz, María. «Música en la Catedral de Lima en tiempos del arzobispo Mogrovejo (1581-1606): Gutierre Fernández Hidalgo, la Consueta de 1593, la participación indígena». Resonancias 20, n.º 39 (2016): 13-41. 10.7764/res.2016.39.2.): 15-16, https://doi.org/10.7764/res.2016.39.2; Zoila Vega, Música en la catedral de Arequipa 1609-1881. Fuentes, reglamentaciones, ceremonias y capilla catedralicia (Arequipa: Universidad Católica, 2011Vega, Zoila. Música en la catedral de Arequipa 1609-1881. Fuentes, reglamentaciones, ceremonias y capilla catedralicia. Arequipa: Universidad Católica San Pablo, 2011.), 46.

3 

Bernardo Illary, «De los órganos misionales de Chiquitos y su relevancia para la práctica musical», Resonancias 3, n.º 4 (1999Illary, Bernardo. «De los órganos misionales de Chiquitos y su relevancia para la práctica musical». Resonancias 3, n.º 4 (1999): 68-81. https://resonancias.uc.cl/n-4/.): 68-81, https://resonancias.uc.cl/n-4/; Bermúdez, La música en el arte colonial, 76.

4 

Geoffrey Baker, «La vida musical de las doctrinas de indios del obispado del Cuzco», Revista Andina, n.º 37 (2003Baker, Geoffrey. «La vida musical de las doctrinas de indios del obispado del Cuzco». Revista Andina, 37 (2003): 181-205. http://revista.cbc.org.pe/index.php/revista-andina/issue/view/37.): 181-205, http://revista.cbc.org.pe/index.php/revista-andina/issue/view/37; Imposing Harmony: Music and Society in Colonial Cuzco (Durham: Duke University Press, 2008Baker, Geoffrey. Imposing Harmony: Music and Society in Colonial Cuzco. Durham: Duke University Press, 2008.); Carlos Seoane y Andrés Eichmann, «Algunos hallazgos de música en zonas andinas rurales», DATA: revista del Instituto de Estudios Andinos y Amazónicos 7 (1997Seoane, Carlos y AndrésEichmann. «Algunos hallazgos de música en zonas andinas rurales» DATA: revista del Instituto de Estudios Andinos y Amazónicos, n.º 7 (1997): 95-118.): 97.

5 

En España, el teclado de 42 teclas y de octava corta, con una extensión de DO1 a LA4, pertenecía a los órganos renacentistas y barrocos construidos generalmente entre mediado del siglo XV y principios de XVIII (Jesús Ángel de la Lama, El órgano barroco español I. Naturaleza (Valladolid: Junta de Castilla y León, 1995Lama, Jesús Ángel de la. El órgano barroco español I. Naturaleza. Valladolid: Junta de Castilla y León, 1995.), 145.

6 

Aunque hubo diversas variantes en la aleación (Luis Jambou, «El órgano europeo en tiempos de Cabezón», Revista de Musicología 34, n.º 2 (2011Jambou, Luis. «El órgano europeo en tiempos de Cabezón». Revista de Musicología 34, n.º 2 (2011): 11-42. 10.2307/41959372.): 18-23, https://doi.org/10.2307/41959372).

7 

Illary, «De los órganos misionales», 71-72, 74.

8 

Sobre características generales del órgano andino, véase: Asociación Tomás de Herrera, «Características generales de los órganos andinos», Asociación Tomás de Herrera para el Estudio y la Preservación de los Órganos Antiguos de la Región Andina (blog), 2013Asociación Tomás de Herrera, «Características generales de los órganos andinos». Asociación Tomás de Herrera para el Estudio y la Preservación de los Órganos Antiguos de la Región Andina (blog), 2013. https://asociaciontomasdeherrera.blogspot.com/p/existenvarios-tipos-de-organos-antiguos.html., https://asociaciontomasdeherrera.blogspot.com/p/existenvarios-tipos-de-organos-antiguos.html.

9 

Contrariamente a la tradición ibérica que cuenta con una ubicación frontal y horizontal de la lengüetería y que es un marco distintivo de los órganos barrocos españoles.

10 

Wolfgang Lindner, «Órganos coloniales e históricos del Perú y de la Región del Cuzco», Revista Andina 42 (2006Lindner, Wolfgang. «Órganos coloniales e históricos del Perú y de la Región del Cuzco». Revista Andina 42 (2006): 219-248. http://revista.cbc.org.pe/index.php/revista-andina/issue/view/42.): 220-223, http://revista.cbc.org.pe/index.php/revista-andina/issue/view/42.

11 

En el Cusco, la primera mención al registro partido se encuentra en el contrato que Gabriel Cabezas firmó en 1634 para la realización de un órgano para la iglesia del pueblo de Acos (Enrique Alejandro Godoy y Norberto Broggini, «Los órganos de la catedral de Cuzco: elementos para su historia», en La Investigación Musical a partir de Carlos Vega. Actas de la Octava Semana de la Música y la Musicología, 2, 3 y 4 de noviembre de 2011 (Buenos Aires: Instituto de Investigación Musicológica Carlos Vega), 53Godoy, Enrique Alejandro y NorbertoBroggini. «Los órganos de la catedral de Cuzco: elementos para su historia». En La Investigación Musical a partir de Carlos Vega. Actas de la Octava Semana de la Música y la Musicología, 2, 3 y 4 de noviembre de 2011, 43-58. Buenos Aires: Instituto de Investigación Musicológica Carlos Vega. Fecha de acceso 9 de enero de 2023, repositorio.uca.edu.ar/bitstream/123456789/1097/1/organos-catedral-cuzco-elementos-historia.pdf., https://repositorio.uca.edu.ar/bitstream/123456789/1097/1/organos-catedral-cuzco-elementos-historia.pdf).

12 

Marín, «Música y músicos entre dos mundos», 145. Evidentemente no faltaron algunos organistas pertenecientes a la elite indígena, como lo fue el caso de Juan de Velasco, mitad del siglo XVIII, organista y bajonero, o del organista Domingo Esteban de la Mota, nombrado tercer organista en 1751; ambos en la catedral de México (Marín, «Música y músicos entre dos mundos», 152). Además, la lejanía desde los centros coloniales más importantes favoreció el empleo de músicos mestizos o indígenas en algunas catedrales americanas; por ejemplo, en Guadalajara, la primera referencia a un indígena organista es de 1580, cuando el cabildo recibía a Baltasar Olin, un indígena purépecha; años más tardes encontramos en la misma catedral a Felipe Mauricio, indio cacique, que sirvió como organista entre 1642 y 1693 (Grecia Carvajal, «La capilla musical de la catedral de Guadalajara durante el siglo XVII y la presencia de músicos indios» (tesina de grado, Universidad de Guadalajara, 2013Carvajal, Grecia. «La capilla musical de la catedral de Guadalajara durante el siglo XVII y la presencia de músicos indios». Tesina de Grado, Universidad de Guadalajara, 2013.), 74; 77).

13 

Baker, «La vida musical de las doctrinas de indiosBaker, Geoffrey. «La vida musical de las doctrinas de indios del obispado del Cuzco». Revista Andina, 37 (2003): 181-205. http://revista.cbc.org.pe/index.php/revista-andina/issue/view/37.», 189-190.

14 

Carlos Donoso, Una región rica, fértil y abandonada: Economía, cultura y sociedad en Tarapacá (siglos XVI-XX) (Arica: Ediciones Universidad de Tarapacá, 2017Donoso, Carlos. Una región rica, fértil y abandonada: Economía, cultura y sociedad en Tarapacá (siglos XVI-XX). Arica: Ediciones Universidad de Tarapacá, 2017.); Carolina Figueroa, «Cartografiando El progreso: espacios de civilización y barbarie en la provincia de Tarapacá, norte de Chile (1825-1884)», Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales 15, n.º 370 (2011Figueroa, Carolina. «Cartografiando El progreso: espacios de civilización y barbarie en la provincia de Tarapacá, norte de Chile (1825-1884)». Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales 15, n.º 370 (2011). https://revistes.ub.edu/index.php/ScriptaNova/issue/view/277.), https://revistes.ub.edu/index.php/ScriptaNova/issue/view/277; Tiziana Palmiero, Jean Franco Daponte y Alberto Díaz, «Los sonidos de la resistencia. Música, chilenización y memoria peruana en los oasis de Pica, Matilla y Valle de Quisma», Revista Musical Chilena 77, n.º 239 (2023Palmiero, Tiziana, Jean FrancoDaponte y AlbertoDíaz. «Los sonidos de la resistencia. Música, chilenización y memoria peruana en los oasis de Pica, Matilla y Valle de Quisma». Revista Musical Chilena 77, n.º 239 (2023): 83-113.): 83-113; Jaime Rosenblitt, Centralidad geográfica, marginalidad política: la región de Tacna-Arica y su comercio, 1778-1841 (Santiago de Chile: DIBAM, 2013Rosenblitt, Jaime. Centralidad geográfica, marginalidad política: la región de Tacna-Arica y su comercio, 1778-1841. Santiago de Chile: DIBAM, 2013.).

15 

Carlos Donoso, «Prosperidad y decadencia del mineral de Huantajaya: Una aproximación», Diálogo Andino, n.º 32 (2008Donoso, Carlos. «Prosperidad y decadencia del mineral de Huantajaya: Una aproximación». Diálogo Andino 32 (2008): 59-70. http://dialogoandino.cl/index.php/numero-32-2008-1/.): 59-70, http://dialogoandino.cl/index.php/numero-32-2008-1/; «Los Albores de la Industria Salitrera en Tarapacá», Chungara 50, n.º 3 (2018Donoso, Carlos. «Los Albores de la Industria Salitrera en Tarapacá», Chungara 50, n.º 3 (2018): 459-470. 10.4067/S0717-73562018005001402.): 459-470, https://doi.org/10.4067/S0717-73562018005001402; Jaime Rosenblitt, «Los negocios de la casa Hainsworth y Compañía en Tacna y Arica, 1841Rosenblitt, Jaime. «Los negocios de la casa Hainsworth y Compañía en Tacna y Arica, 1841-1868. Una mirada al comercio regional». América Latina en la historia económica 24, n.º 3 (2017): 41-70. 10.18232/alhe.v24i3.865.-1868. Una mirada al comercio regional», América Latina en la historia económica 24, n.º 3 (2017Donoso, Carlos. Una región rica, fértil y abandonada: Economía, cultura y sociedad en Tarapacá (siglos XVI-XX). Arica: Ediciones Universidad de Tarapacá, 2017.): 41-70, https://doi.org/10.18232/alhe.v24i3.865.

16 

Luis Miguel Glave y Alberto Díaz, «Clérigos y encomiendas en Tarapacá. Relaciones en la implantación del orden colonial durante el siglo XVI», Revista Cultura & Religión 14, n.º 2 (2020Glave, Luis Miguel y AlbertoDíaz. «Clérigos y encomiendas en Tarapacá. Relaciones en la implantación del orden colonial durante el siglo XVI». Revista Cultura & Religión 14, n.º 2 (2020), pp. 79-99. https://www.revistaculturayreligion.cl/index.php/revistaculturayreligion/issue/view/68.): 79-99, https://www.revistaculturayreligion.cl/index.php/revistaculturayreligion/issue/view/68; Alberto Díaz y Carolina Ponce, «La Arquitectura de da fe. Clérigos, indios y pugnas en las doctrinas del desierto. Tarapacá, siglos XVI-XIX», Allpanchis 45, n.º 81-82 (2013Díaz, Alberto y CarolinaPonce. «La Arquitectura de da fe. Clérigos, indios y pugnas en las doctrinas del desierto. Tarapacá, siglos XVI-XIX». Allpanchis 45, n.º 81-82 (2013): 11-72. 10.36901/allpanchis.v45i81/82.): 23-27, https://doi.org/10.36901/allpanchis.v45i81/82; Alberto Díaz, Paula Martínez y Carolina Ponce, «Cofradías de Arica y Tarapacá en los siglos XVIII y XIX. Indígenas andinos, sistema de cargos religiosos y festividades», Revista de Indias 74, n.º 260 (2014Díaz, Alberto, PaulaMartínez y CarolinaPonce. «Cofradías de Arica y Tarapacá en los siglos XVIII y XIX. Indígenas andinos, sistema de cargos religiosos y festividades». Revista de Indias 74, n.º 260 (2014): 101-128. 10.3989/revindias.2014.i260.): 101-128, https://doi.org/10.3989/revindias.2014.i260.

17 

Jorge Hidalgo, Nelson Castro, Alberto Díaz y Priscilla Cisternas, «De músico a extirpador: Algunas notas sobre Francisco Otal en Lima y La Plata de 1613 a 1618», Allpanchis 45, n.º 81-82 (2013Hidalgo, Jorge, Nelson Castro, Alberto Díaz y PriscillaCisternas. «De músico a extirpador: Algunas notas sobre Francisco Otal en Lima y La Plata de 1613 a 1618». Allpanchis 44, n.º 81-82 (2013): 119-154. 10.36901/allpanchis.v45i81/82.223.): 119-154, https://doi.org/10.36901/allpanchis.v45i81/82.223.

18 

Archivo Histórico de Límites del Ministerio de Relaciones Exteriores, Perú (PE. 5300111. AMRE), TAC 18, Cuestionario-interrogatorio, 1813, f. 8r.

19 

Para la catalogación véase: El sitio chileno de órganos de iglesia, http://www.clr.cl/Spanish-Idx-S.asp?strng=Indice y aquel de la Asociación Tomás de Herrera. https://asociaciontomasdeherrera.blogspot.com/p/apurimac-chincheros-arequipa-arequipa.html.

20 

A este propósito existe un CD con libro explicativo de la restauración del órgano de San Pedro: Programa de Recuperación del Patrimonio Organístico de Chile, Órgano Indiano. San Pedro de Atacama, Beatriz Juste, Fernando Rivera, Carlos Valdebenito, Jaime Carter, Osiel Vega, grabado entre el 29 de septiembre y el 6 de octubre de 2017, Digisound, 2017Programa de Recuperación del Patrimonio Organístico de Chile. Órgano Indiano. San Pedro de Atacama. BeatrizJuste, FernandoRivera, CarlosValdebenito, JaimeCarter, OsielVega. Grabado entre el 29 de septiembre y el 6 de octubre de 2017. Digisound, 2017, disco compacto., disco compacto. Recordamos también el órgano de la mitad del siglo XVIII ubicado en la Catedral de Santiago y atribuido al padre jesuita Jorge Kranzer.

21 

La primera actividad de la fundación se realizó el 23 de septiembre de 2023 https://www.beethovenfm.cl/evento/catedral-de-santiago-restauracion-de-organos-coloniales/.

22 

Glave y Diaz, «Clérigos y encomiendas en Tarapacá», 79-99.

23 

Durante las visitas se han podido observar el órgano de Mamiña y el de Cariquima; además de los restos que yacen en las bodegas y sacristía de los templos de Belén y Parinacota.

24 

Para el caso de las arpas véase: Tiziana Palmiero, Alberto Díaz y Jean Franco Daponte, «El arpa en la piedra. Su presencia en los templos coloniales en el norte de Chile», Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino 27, n.º 2 (2022Palmiero, Tiziana, AlbertoDíaz y Jean FrancoDaponte. «El arpa en la piedra. Su presencia en los templos coloniales en el norte de Chile». Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino 27, n.º 2 (2022): 70-88. 10.56522/BMCHAP.0040020270002.): 74, https://doi.org/10.56522/BMCHAP.0040020270002.

25 

Archivo Obispado de Iquique, Chile (CL. 1101. AOI.), Padrón de indios, 1784CL. 1101. AOI. Archivo Obispado de Iquique, Chile., f. 4r.

26 

Archivo Arzobispal de Arequipa, Perú (PE. 40101PE. 40101. AAA. Archivo Arzobispal de Arequipa, Perú.. AAA.), Arica, serie Arica, Legajo 12. Inventario y cuentas de la cofradía de la Santísima de Arica, 1708-1718, s. f.

27 

Recordamos que también en España los instrumentistas podían recibir el compenso en dinero o en enseres: por ejemplo, desde 1507, en Sevilla, al organista le correspondía la mitad de la ración de los capitulares «por la que recibía pan, trigo y cevada, maravedíes y gallinas». González, «La capilla de música de la Catedral de Sevilla en el período barroco», en Las capillas de música en el barroco, ed. Juan Aranda Doncel (Madrid: Universidad Autónoma de Madrid, 2018González, Herminio. «La capilla de música de la Catedral de Sevilla en el período barroco». En Las capillas de música en el barroco, editado por JuanAranda Doncel, 73-172. Madrid: Universidad Autónoma de Madrid, 2018.), 138.

28 

Archivo Parroquia de Pica, Iquique, Chile (CL.1101./1.11.), Libro de censos y bienes raíces de la parroquia de San Andrés de Pica, 1867CL.1101. /1.11. Archivo Parroquia de Pica, Iquique, Chile., 3-5.

29 

Archivo Histórico Vicente Dagnino (AHVDAHVD. Archivo Histórico Vicente Dagnino, Arica, Chile., Arica), Tomo 3 de Bautismos de la ciudad de San Marcos de Arica siendo cura y vicario Don Domingo de Bolaños y Cornejo, Legajo 12. Bautismos y visita del Obispo. 1741-1751, f. 82r.

30 

PE. 40101PE. 40101. AAA. Archivo Arzobispal de Arequipa, Perú.. AAA, Vicaría de Arica, Serie Arica, Legajo 12, Inventario de la Iglesia de Arica, 1751, s. f.

31 

PE. 40101PE. 40101. AAA. Archivo Arzobispal de Arequipa, Perú.. AAA, Serie Arica, Arica, Legajo 12, Inventario de la iglesia de nuestra Señora de las Mercedes, 1853, s. f.

32 

La Iglesia del Fierro es la actual Catedral de San Marco que, construida en los talleres Eiffel, Francia, fue inaugurada en 1876.

33 

PE. 40101PE. 40101. AAA. Archivo Arzobispal de Arequipa, Perú.. AAA, Serie Vicaría de Arica: Arica. Legajo 12. Inventario de la Iglesia de Fierro de Arica. 1880, s. f.

34 

PE. 40101PE. 40101. AAA. Archivo Arzobispal de Arequipa, Perú.. AAA, Serie Arica: Belén, Legajo único, Informe de la Iglesia del pueblo de S. F. de Socoroma, 1778Rosenblitt, Jaime. Centralidad geográfica, marginalidad política: la región de Tacna-Arica y su comercio, 1778-1841. Santiago de Chile: DIBAM, 2013., s. f.

35 

PE. 40101PE. 40101. AAA. Archivo Arzobispal de Arequipa, Perú.. AAA, Serie Arica, Belén, Legajo único, Inventario de la Doctrina de Belén, 1850, s. f.

36 

PE. 40101PE. 40101. AAA. Archivo Arzobispal de Arequipa, Perú.. AAA, Serie Arica, Belén, Legajo único, Inventario de la Doctrina de Belén, 1850, s. f. Durante las jornadas de trabajo en terreno, en el año 2015 junto a los comuneros de Belén identificamos la presencia de 2 órganos localizados en el coro. Uno estaba en relativa buenas condiciones y el segundo en muy mal estado. No tenemos certeza cuál fue la trayectoria final de este último instrumento.

37 

PE. 5300111. AMRE, TAC 09, Legajo 418, Correspondencia, 1795PE. 5300111. AMRE. Archivo Histórico de Límites del Ministerio de Relaciones Exteriores, Perú., f. 6. El subrayado es nuestro.

38 

CL. 1101. AOI, Serie Tarapacá, Legajo 419, Copia General de los Inventarios de la doctrina de Sivaya, realizada por el Licenciado Ramón de Cáceres, 1797, s. f.; PE. 5300111. AMRE, TAC 14, Inventario de esta Sta. Iglesia de San Antonio de Mocha Vice Parroquia de Sibaya, Legajo 419, 1797, f. 5v.

39 

Palmiero, Díaz y Daponte, «El arpa en la piedra», 10-11.

40 

CL. 1101. AOI, Carpeta San Nicolás Tolentino de Sibaya, Defunciones e Inventarios, 1853-1872, s. f.

41 

CL. 1101. AOI, Carpeta San Nicolás Tolentino de Sibaya, Defunciones e Inventarios, 1853-1872, s. f.

42 

PE. 40101PE. 40101. AAA. Archivo Arzobispal de Arequipa, Perú.. AAA, Serie Tarapacá, Sibaya, Legajo único, Inventario del beneficio de Sibaya, 1865, s. f.

43 

PE. 40101PE. 40101. AAA. Archivo Arzobispal de Arequipa, Perú.. AAA, Serie Tarapacá, Sibaya, Legajo único, Inventario del beneficio de Sibaya, 1865, s. f.

44 

PE. 40101PE. 40101. AAA. Archivo Arzobispal de Arequipa, Perú.. AAA, Serie Tarapacá, Sibaya, Legajo único, Inventario del beneficio de Sibaya, 1865, s. f.

45 

PE. 40101PE. 40101. AAA. Archivo Arzobispal de Arequipa, Perú.. AAA, Serie Tarapacá, Sibaya, Legajo único, Inventario del beneficio de Sibaya, 1865, s. f.

46 

CL. 1101. AOI, Inventario n.°25 sobre n.° 31 varios, vicariato de Tarapacá, 1916-1918, s. f.

47 

CL. 1101. AOI. Bautismos, Rollo 51, Libro en que se asientan las Partidas de Oleo de los que se bautizaron en las Vise parroquias de Chiapa, Sotoca, Ysluga y Cariquima pertenecientes a la doctrina de Santo Tomas de Camiña, 1804-1845, s. f.

48 

PE. 5300111PE. 5300111. AMRE. Archivo Histórico de Límites del Ministerio de Relaciones Exteriores, Perú.. AMRE, TAC 22, Inventario, 1836, f. 17r.

49 

PE. 5300111PE. 5300111. AMRE. Archivo Histórico de Límites del Ministerio de Relaciones Exteriores, Perú.. AMRE, TAC 22, Inventario, 1836, f. 5r-v.

50 

PE. 5300111PE. 5300111. AMRE. Archivo Histórico de Límites del Ministerio de Relaciones Exteriores, Perú.. AMRE, TAC 22, Inventario, 1836, f. 5v.

51 

PE. 5300111PE. 5300111. AMRE. Archivo Histórico de Límites del Ministerio de Relaciones Exteriores, Perú.. AMRE, TAI 1, Inventario, 1846, f. 10r.

52 

PE. 5300111PE. 5300111. AMRE. Archivo Histórico de Límites del Ministerio de Relaciones Exteriores, Perú.. AMRE, TAI 1, Inventario, 1846, f. 13v.

53 

Parroquia Ntra. Sra. Del Rosario, Mamiña. Venta de tierras 1795-1798. Libro de fábrica de Mamiña CL. 1101.AOI,, 1861, f. 1r.

54 

Jean Franco Daponte y Tiziana Palmiero, «Los convites: tertulias musicales en los oasis de Pica y Matilla, norte de Chile», Diálogo Andino 63 (2020Daponte, Jean Franco y TizianaPalmiero. «Los convites: tertulias musicales en los oasis de Pica y Matilla, norte de Chile». Diálogo Andino 63 (2020): 173-187. http://dialogoandino.cl/index.php/numero-63-2020-3/.): 173-187, http://dialogoandino.cl/index.php/numero-63-2020-3/; Carolina Figueroa, «Desde Camilo Ortúzar a Guillermo Juan Carter. La instauración de una iglesia moderna o la ocupación moral del territorio Tarapaqueño, 1882-1906», en La sociedad del salitre: protagonistas, migraciones, cultura urbana y espacios públicos, ed. Sergio González (Santiago: RIL Editores, 2013Figueroa, Carolina. «Desde Camilo Ortúzar a Guillermo Juan Carter. La instauración de una iglesia moderna o la ocupación moral del territorio Tarapaqueño, 1882-1906». En La sociedad del salitre: protagonistas, migraciones, cultura urbana y espacios públicos, editado por SergioGonzález, 95-116. Santiago: RIL Editores, 2013.), 95-116; René Aguilera, «Resistencia y ciudadanía en la chilenización de los valles tarapaqueños, 1900-1930», Diálogo Andino 34 (2009Aguilera, René. «Resistencia y ciudadanía en la chilenización de los valles tarapaqueños, 1900-1930». Diálogo Andino 34 (2009): 77-100. http://dialogoandino.cl/index.php/numero-34-2009-1/.): 77-100, http://dialogoandino.cl/index.php/numero-34-2009-1/; Luis Castro y Natalia Rivera, «La sociedad rural del oasis de Pica frente al proceso chilenizador: conflictos, interacciones y reacomodos (Tarapacá, norte de Chile 1880-1900)», Estudos Ibero-Americanos 37, n.º 2 (2011Castro, Luis y Natalia Rivera. «La sociedad rural del oasis de Pica frente al proceso chilenizador: conflictos, interacciones y reacomodos (Tarapacá, norte de Chile 1880-1900)». Estudos Ibero-Americanos 37, n.º 2 (2011): 271-300. 10.15448/1980-864X.2011.2.): 271-300, https://doi.org/10.15448/1980-864X.2011.2; Sergio González, «El poder del símbolo en la Chilenización de Tarapacá. Violencia y Nacionalismo entre 1907González, Sergio. «El poder del símbolo en la Chilenización de Tarapacá. Violencia y Nacionalismo entre 1907 y 1950». Revista de Ciencias Sociales 4, n.º 5 (1995): 42-56. http://www.revistacienciasociales.cl/ojs/index.php/publicacion/article/view/30. y 1950», Revista de Ciencias Sociales 4, n.º 5 (1995Lama, Jesús Ángel de la. El órgano barroco español I. Naturaleza. Valladolid: Junta de Castilla y León, 1995.): 42-56, http://www.revistacienciasociales.cl/ojs/index.php/publicacion/article/view/30; Palmiero, Daponte y Díaz, «Los sonidos de la resistencia».

55 

CL.1101./1.11., Libro de Actas De las sesiones celebradas por las diversas Comisiones que han tenido a su cargo la construcción de la Iglesia parroquial de Pica, 51, 63.

56 

CL. 1101. AOI, Carpeta Huaviña, Correspondencia, 1890-1916, ff. 15v-16r.

57 

En esta misma línea «Creemos que su extracción y procesamiento operó al margen del Estado al menos durante las cinco décadas previas a su arraigada referencia fundacional [1830]»: Donoso, «Los Albores de la Industria Salitrera», 460.

58 

PE. 40101PE. 40101. AAA. Archivo Arzobispal de Arequipa, Perú.. AAA, Serie Tarapacá, Tarapacá, Legajo 2, Recibo N.º 2 de los oficiales que han trabajado para la iglesia de Tarapacá, 1791, s. f.

59 

PE. 40101PE. 40101. AAA. Archivo Arzobispal de Arequipa, Perú.. AAA, Serie Tarapacá, Tarapacá, Legajo 2, Recibo N.º 2 de los oficiales que han trabajado para la iglesia de Tarapacá, 1791, s. f.

60 

Palmiero, Díaz y Daponte, «El arpa en la piedra», 73-75.

61 

PE. 40101PE. 40101. AAA. Archivo Arzobispal de Arequipa, Perú.. AAA, Serie Tarapacá, Tarapacá, Legajo 2, Cuentas presentadas por don Atanacio Tinajas encargado para la refacción de la Iglesia de Tarapacá, 1826-1834, s. f.

62 

PE. 40101PE. 40101. AAA. Archivo Arzobispal de Arequipa, Perú.. AAA, Serie Tarapacá, Tarapacá, Legajo 2, Cuentas presentadas por don Atanacio Tinajas encargado para la refacción de la Iglesia de Tarapacá, 1826-1834, s. f.

63 

PE. 40101PE. 40101. AAA. Archivo Arzobispal de Arequipa, Perú.. AAA, Serie Tarapacá, Tarapacá, Legajo 2, Cuentas presentadas por don Atanacio Tinajas encargado para la refacción de la Iglesia de Tarapacá, 1826-1834, s. f.

64 

PE. 40101PE. 40101. AAA. Archivo Arzobispal de Arequipa, Perú.. AAA, Serie Tarapacá, Tarapacá, Legajo 2, Cuentas presentadas por don Atanacio Tinajas encargado para la refacción de la Iglesia de Tarapacá, 1826-1834, s. f.

65 

PE. 40101PE. 40101. AAA. Archivo Arzobispal de Arequipa, Perú.. AAA, Serie Tarapacá, Tarapacá, Legajo 2, Cuentas presentadas por don Atanacio Tinajas encargado para la refacción de la Iglesia de Tarapacá, 1826-1834, s. f.

66 

Pablo, Nassarre, Escuela música según la práctica moderna 1 [1724], edición facsimilar de la edición de Zaragoza, Herederos de Diego de Larumbe (Zaragoza: Institución Fernando el católico, 1980Nassarre, Pablo. Escuela música según la práctica moderna 1 [1724]. Edición facsimilar de la edición de Zaragoza, Herederos de Diego de Larumbe. Zaragoza: Institución Fernando el católico, 1980.), 477; 485; 496.

67 

PE. 5300111PE. 5300111. AMRE. Archivo Histórico de Límites del Ministerio de Relaciones Exteriores, Perú.. AMRE, Legajo 420, Correspondencia Tarapacá Arequipa, 1831-1839, f. 5r.

68 

CL. 1101. AOI, Libro de Bautismos Parca, Mamiña y Macaya. 1826-1841, s. f.

69 

CL. 1101CL.1101. /1.11. Archivo Parroquia de Pica, Iquique, Chile.. AOI, Bautismo en el anexo De los pozos de la tirana (parroquia de san Andrés de Pica), 1829-1848, s. f.

70 

Archivo Regional de Moquegua, Perú (PE. 180101PE. 180101. ARM. Archivo Regional de Moquegua, Perú.. ARM), Censo de1841Rosenblitt, Jaime. «Los negocios de la casa Hainsworth y Compañía en Tacna y Arica, 1841-1868. Una mirada al comercio regional». América Latina en la historia económica 24, n.º 3 (2017): 41-70. 10.18232/alhe.v24i3.865..

71 

PE. 40101PE. 40101. AAA. Archivo Arzobispal de Arequipa, Perú.. AAA, Serie Tarapacá: Tarapacá, Legajo 2. Informe de gastos llevado a cabo por el fabriquero D. Atanasio Tinajas respecto a la Iglesia de Guantajaya, 1821, s. f.

72 

PE. 40101PE. 40101. AAA. Archivo Arzobispal de Arequipa, Perú.. AAA, Serie Tarapacá: Tarapacá, Legajo 2. Informe de gastos llevado a cabo por el fabriquero D. Atanasio Tinajas respecto a la Iglesia de Guantajaya, 1821, s. f.

73 

Se encuentran firmas de Daniel Palma en el secreto y otras partes del órgano de Mamiña; no se encontraron huellas de este organero en los documentos consultados.

74 

Ludovico Bertonio, Vocabulario de la lengua aymara (Provincia de Chucuito: Francisco del Canto - Compañía de Jesús, 1612Bertonio, Ludovico. Vocabulario de la lengua aymara. Provincia de Chucuito: Francisco del Canto, Compañía de Jesús, 1612. https://archive.org/details/vocabulariodelal00bert/page/n211/mode/2up.), 73, https://archive.org/details/vocabulariodelal00bert/page/n211/mode/2up.

75 

Para el caso de las arpas, véase: Palmiero, Díaz y Daponte, «El arpa en la piedra», 72-73.

76 

Los caños de los tambores llevan su firma, se nota en los fuelles la añadidura de piel de diversa procedencia y el mueble no está acabado y presenta las firmas del maestro en varias de sus partes.

77 

Jorge Valdebenito, comunicación personal (12-07-2020).

78 

Lama, El órgano barroco español, 97, 111.

79 

Palmiero, Díaz y Daponte, «El arpa en la piedra», 75.